El presidente de la Federación de Peñas del Deportivo, Miguel Otero Santín, denunció haber sido víctima de una agresión a primera hora de la tarde de ayer a manos del gestor del Playa Club, José Luis Díaz Baltar.
Presuntamente, según varios testigos presenciales, el allegado de Augusto César Lendoiro y socio de su hijo, Héctor Marcos, habría zarandeado al directivo de la Federación tras mantener una conversación con él en la Avenida de la Habana.
Según las citadas fuentes, José Luis Díaz habría perdido la compostura, dando paso a proferir una serie de insultos como “traidor” hacia la cabeza visible de la Federación de Peñas, antes de agitar de modo ostensible los brazos y de agarrar por el cuello a Otero, previo paso a zarandearlo contra un coche estacionado en las inmediaciones.
A consecuencia de la supuesta agresión se formó un gran revuelo, acudiendo a disipar el tumulto varias personas que se encontraban en las inmediaciones del restaurante ‘Gonzaba’, en donde estaba almorzando Lendoiro con su abogado, Rafael Chaver.
Las fuerzas del orden no tardaron en personarse para calmar los ánimos entre las dos partes y, a última hora de anoche, Miguel Otero descartó presentar una denuncia por lo sucedido en las dependencias policiales contra Díaz Baltar, que no se puso en contacto con él para pedir disculpas.
Uno de los colaboradores más directos de Lendoiro puso en evidencia el estado de nerviosismo del entorno del mandatario. Y es que, a raíz de una serie de desavenencias personales entre el regidor y la Federación de Peñas el pasado verano, Miguel Otero negó sus apoyos personales a su candidatura.
Desde entonces, las relaciones entre ambas partes no han sido ni mucho menos óptimas, con tiranteces constantes.
El incidente de ayer en la Avenida de la Habana alteró la normalidad de las jornadas previas al proceso electoral de un club cuya presidencia está dando síntomas de desasosiego.