Saiz y Belda se defienden

Saiz y Belda se defienden
Vicente Belda atendió a los medios de comunicación a su salida del Juzgado número 21 de lo Penal en Madrid efe

Manolo Saiz y Vicente Belda cerraron las declaraciones de los acusados en el juicio de la Operación Puerto, en el que el primero aseguró que desconocía qué tratamientos seguían sus ciclistas con Eufemiano Fuentes y el segundo que ninguna de las bolsas de sangre intervenidas es de sus corredores.

Saiz, exdirector del ONCE y del Liberty, hizo esta afirmación después de admitir que accedió a que corredores suyos, como Roberto Heras, Marcos Serrano y Ángel Vicioso, fueran tratados por Fuentes, aunque añadió que no sabía en qué consistía el “seguimiento” que éste les hacía.

Heras ganó la Vuelta a España de 2005 y posteriormente se conoció su positivo por EPO, por lo que fue sancionado dos años.

Recientemente el Tribunal Supremo anuló la sanción.

El cántabro rechazó “rotundamente” tener conocimiento sobre la realización de autotransfusiones y explicó que su relación profesional con Fuentes acabó en 1991.

“Rotundamente no, yo no sé ni las prácticas del doctor Fuentes, ni de ningún doctor que no haya estado conmigo en el equipo o no esté conmigo en ese momento en el equipo. Hay 280 días al año en los que no tengo control sobre los ciclistas”, dijo.

 

'invitación' a dejarlo

Saiz añadió que aconsejó a Fuentes dejar el ciclismo si no se dedicaba a un solo equipo y que el día en que ambos fueron detenidos, el 23 de mayo de 2006, no se había citado con él para pagarle una deuda, sino para tratar el reingreso en la ONCE de la hija del médico, enferma de cáncer, para que recibiera una ayuda.

El procesado reconoció, no obstante, que cuando Fuentes dejó el ONCE “entiende que se le queda una deuda pendiente” y que él la asumió porque habían sido compañeros.

Saiz justificó el dinero en efectivo y en distintas monedas -hasta 60.000 euros- que llevaba en el momento de su detención porque ese día el equipo iniciaba una larga concentración y porque él, como director, entregaba entre 1.000 y 2.000 euros a los auxiliares para afrontar pagos necesarios.

Tras responder a su abogado que las medicinas del equipo “estaban bajo llave y las controlaban los doctores” y que él “no tenía acceso a ningún medicamento”, Saiz dijo que los fármacos que portaba el día de su detención eran para su uso.

Por su parte, Vicente Belda, que fue el primero en testificar en la jornada de ayer, aseguró que nada más estallar la Operación Puerto los entonces gerentes del conjunto Comunidad Valencia y el cuerpo técnico del equipo se ofrecieron a las autoridades nacionales e internacionales para realizarse todo tipo de analíticas.

“Ningún estamento se brindó. Nosotros acudimos al laboratorio acreditado por la UCI en Valencia ante acta notarial y depositamos 20 muestras de ADN, luego remitimos una muestra a la Federación y una segunda al CSD por si las querían cotejar”, explicó.

“No hay ni un solo ciclista del Comunidad Valenciana en esas bolsas de sangre y el día que quieran las pueden cotejar. Fuimos los únicos directamente acusados que dijimos: señoría ahí las tiene, y aún así seguimos siendo acusados”, agregó.

El exdirector del Kelme y el Comunidad Valenciana admitió que conocía a Fuentes desde 1995; que coincidió con él cuando trabajó en el primero de estos equipos; que una vez acabada esa relación laboral no recomendó a ningún corredor que fuera a tratarse con él y que desconocía el tratamiento a base de extracciones de sangre.

Belda tachó de indisciplinado al exciclista Jesús Manzano, cuyas revelaciones originaron en gran parte la investigación de la Operación Puerto.

El juicio se reanudará el próximo lunes con la declaración como testigos de los guardias civiles que practicaron los registros en los que se intervinieron más de doscientas bolsas de plasma y sangre.

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