La loncha de la indignación es de chorizo

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Reportaje de h.h.

resaca electoral el anecdotario

A Coruña vivió una jornada electoral dominada por la normalidad y por la ausencia de incidencias graves, como era de prever. Sin embargo, un año más las anécdotas se sucedieron en los colegios electorales. Aumentaron los votos nulos, los que no computan a la hora de asignar concejales, y muchos de ellos fueron emitidos con mensaje incluido. En el municipio se contabilizaron 2.217 votos inválidos, un 1,85% del total, mientras que en 2007 habían sido el 0,60%.
En uno de los colegios electorales del segundo distrito varios votantes ejercieron su derecho a sufragio a sabiendas de que no serviría de nada. Usaron los denominados votos denuncia. Incluyeron documentos, misivas o cartas en las que mostraban su desacuerdo con los programas electorales y con los candidatos. Las reivindicaciones clásicas no se llevan. Apenas hay votos con tachaduras, pintadas o marcas.
Ahora son mucho más originales. El ejemplo más claro se observó en la zona centro donde se abrió un sobre que albergaba las papeletas de todos las candidaturas de modo que la mesa no pudo descifrar a quien daba su apoyo el elector. Es una de las clásicas discusiones en el recuento.
Se trata de la historia de todos los años, pero el incremento de los votos nulos hace pensar que los movimientos del 15-M han dejado huella, por lo menos en algunos ciudadanos que querían mostrar su descontento con los políticos que pugnaban por María Pita.

Curiosidades > Otro de los casos curiosos tuvo como protagonista a una mujer de etnia gitana que se desplazó a su mesa electoral con todas las papeletas que le habían llegado a casa. Allí le preguntó al presidente de la mesa a quién tenía que votar. Uno de ellos le instó a meterse en una cabina y a escoger al que más le gustase.
En Santa Gema, apareció un sobre con un ticket de la compra de Alcampo y otro con una octavilla que al parecer se estuvo repartiendo por Novo Mesoiro en contra de la actuación del concello y que rezaba: “Novo Mesoiro no olvida lo que nos prometiste y no vota”. Lo mismo pasó con el voto en blanco, el que denominan algunos de castigo, y que otros detestan por favorecer a la formación que obtiene mayor respaldo. Se contabilizaron 5.359 sufragios que no contenían el nombre de ninguna lista, un 4,56%, o lo que es lo mismo ,casi el mismo número de votos que requiere un concejal. También hubo quien utilizó la metáfora. Metió en el sobre una cerilla pegada a la papeleta. “La cosa está que arde”, comentó uno de los interventores, con cierta mofa. En esta línea, en el tercer distrito se encontró un panfleto publicitario de un supermercado. Y hablando de productos de la tierra, esta vez la propuesta ideada en alguna de las acampadas urbanas de introducir una loncha de chorizo en lugar de la papeleta tuvo más de un seguidor.
“Eso no se hace”, comentaba un vocal mientras tartaba de limpiarse la grasa cono una toallita húmeda.


 

La loncha de la indignación es de chorizo

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