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sábado | 1 junio | 2024
Varios son los antecedentes del treintañero que el próximo mes de junio deberá ocupar el banquillo, acusado de tenderle una trampa a una prostituta para robarle el dinero y las pertenencias, valiéndose de un cuchillo para intimidarla y de un pasamontañas para ocultar su identidad.
Esta quedó a la luz, según reseña la Fiscalía en el escrito de acusación que ha presentado contra él, cuando en días posteriores al robo utilizó uno de los teléfonos sustraídos para ofrecer en venta a una cámara fotográfica, que también había sido robada del piso de la víctima.
Por ello, y por un historial que incluye media docena de delitos contra el patrimonio, el hombre se enfrenta a una petición de condena de cinco años de reclusión, como autor de un robo con intimidación y uso de armas agravado por la reincidencia y el uso de disfraz.
Los hechos por los que se le acusa tuvieron lugar en noviembre de 2008. Tal como refirió en su denuncia la perjudicada, aquella noche recibió una llamada de un hombre que solicitaba sus servicios. Convinieron que se acercase al domicilio de ella, en la avenida de Pablo Picasso, pero al bajar esta al portal para recibir al cliente se encontró con un hombre encapuchado.
amenazada
Según se recoge en el escrito de acusación, el atacante esgrimió contra la mujer el cuchillo que portaba y la conminó a entregarle “todo lo que llevara encima”. A continuación, la obligó a subir con él a la vivienda y ya allí registró una por una las habitaciones al tiempo que la amenazaba con “pincharla” si hacía algún movimiento sospechoso.
El ladrón abandonó el piso con 20 euros en efectivo, seis teléfonos móviles, unas gafas de sol, un neceser y una cámara de fotos digital, la misma que sería ofrecida a la venta, vía telefónica, a través de uno de los terminales robados, un negocio que nunca llegó a hacerse efectivo.
Por todo ello, junto a la pena de cárcel, el Ministerio Público reclama del acusado el pago de una indemnización de 314 euros, el precio en que ha sido tasado el botín.
