Una denuncia anónima destapó malos tratos en una residencia de A Fonsagrada

Una denuncia anónima destapó malos tratos en una residencia de A Fonsagrada
Uno de los residentes es trasladado en ambulancia tras el cierre del centro | eliseo trigo (efe)

La denuncia de una persona anónima permitió poner al descubierto el maltrato al que se vieron sometidos los residentes de las viviendas comunitarias Burón I y II. Un centro privado de atención a mayores que la Consellería de Política Social se vio obligada a clausurar ante la gravedad de los hechos registrados en las instalaciones.

El denunciante proporcionó a los servicios sociales del municipio tanto vídeos como material fotográfico de la situación en la que se encontraban los residentes, y que permitió elevar el caso a la Xunta y a las propias autoridades.

La actuación por parte de los servicios municipales se inició a raíz de una queja, que se presentó en el mes de marzo, por parte de una residente de un centro público y que había estado previamente en la citada residencia privada.

A pesar de ello, informó el regidor local, Carlos López, en ese momento la delegación autonómica en Lugo no pudo abrir una investigación por falta de documentación y pruebas suficientes que demostrasen los hechos.

 

Inicio de la investigación

Esta nueva denuncia anónima fue la que facilitó los elementos suficientes para iniciar una investigación sobre el centro, y la inspección por parte de la Xunta.

Los efectivos que acudieron a la residencia, tanto del PAC de A Fonsagrada como de la Inspección autonómica, permanecieron allí más de cuatro horas para comprobar el estado de las instalaciones y de los residentes, hasta que se finalmente se decidió decretar la clausura del centro a causa de las graves irregularidades que fueron halladas durante la inspección.

Las personas trasladadas, unos 29 residentes, permanecen en una planta del Hospital Lucus Augusti y la situación de cada uno es diferente. Durante su ingreso los residentes serán también sometidos a las pruebas para detectar una posible infección por coronavirus

 

Úlceras, llagas y hematomas

Fuentes conocedoras del caso informaron de que algunos de los residentes presentan úlceras, llagas o hematomas.

Política Social aseguró que están siendo atendidos de su estado y que cuando la situación se normalice serán trasladados a otros centros, en función de lo que decidan sus familiares.

El departamento dirigido por Fabiola García detectó diversas irregularidades tanto en las condiciones del centro como en la atención a los residentes.

En el centro había 29 personas a pesar de contar con 23 plazas y en condiciones inadecuadas, lo que motivó la urgencia de las actuaciones desde la Administración gallega para ordenar el cierre inmediato de las instalaciones.

Ante la gravedad de la situación, se remitió un aviso al cuerpo de Guardia Civil y se remitió informe a la Fiscalía ante la posibilidad de que el caso sea constitutivo de “ilícito penal”

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