El Brexit, la inmigración y la cooperación en Defensa centran el fin de año de la UE

El Brexit, la inmigración y la cooperación en Defensa centran el 
fin de año de la UE
La primera ministra británica, Theresa May, y el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk | Will Oliver (efe)

La negociación sobre el Brexit, la inmigración y una mayor cooperación en el ámbito de la Defensa marcaron el final del curso en la Unión Europea (UE), como demostró la última cumbre del año de jefes de Estado y de Gobierno.
En la negociación sobre la salida del Reino Unido del club comunitario, el gran avance tuvo lugar el pasado día 15, cuando los líderes de los países que permanecerán en la Unión Europea tras la marcha británica reconocieron los progresos suficientes en la primera etapa de las conversaciones, centrada en los derechos de los ciudadanos, la frontera irlandesa y el acuerdo financiero.
Así, aceptaron pasar a la segunda fase, sobre la futura relación entre Bruselas y Londres, y debatir un período transitorio durante el cual el Reino Unido ya no participará en la toma de decisiones de los organismos, oficinas y agencias de la Unión ni podrá nominar o elegir a sus miembros, pero deberá respetar la legislación comunitaria.

El negociador jefe de la Unión para el Brexit, Michel Barnier, aseguró que la transición debería concluir el 31 de diciembre de 2020, al mismo tiempo que el actual marco financiero plurianual, mientras que la negociación sobre sus términos tendría que finalizar en marzo del próximo año y dar paso al debate sobre la futura relación. Pese a los progresos logrados, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ya afirmó durante la rueda de prensa de la última cumbre que alcanzar un acuerdo completo para marzo de 2019, cuando Londres debe abandonar la Unión, es “realista y, por supuesto, dramáticamente difícil”. “La segunda fase será, creo, más exigente y desafiante que la primera”, añadió el político.
En el ámbito migratorio, los mandatarios de los Veintiocho evidenciaron en esa misma reunión sus diferencias entre quienes piden eliminar en el futuro las cuotas obligatorias para reubicar a refugiados y quienes apuestan por mantener la solidaridad entre países. Durante un debate de más de dos horas que fue “sobrio” y “franco”, los países “no aportaron nuevos elementos” a sus posiciones y mostraron su voluntad de llegar a un acuerdo sobre la reforma del sistema de asilo para junio de 2018.

Justicia
El sistema de cuotas por países para repartir demandantes de asilo desde Grecia e Italia, establecido en septiembre de 2015, no cuenta con el favor de los países del Este, como Polonia, Hungría y la República Checa, que deberán responder ante el Tribunal de Justicia de la UE por no respetar sus compromisos de acogida. Eslovaquia tampoco es partidaria del mecanismo y la llegada al poder en Austria del nuevo canciller, Sebastian Kurz, plantea nuevas dudas sobre el mantenimiento y cumplimiento de las cuotas. En su última reunión del año, los líderes también dieron la bienvenida a la puesta en marcha de la nueva cooperación estructurada permanente (PESCO) a la que se han adherido 25 estados miembros (entre ellos España) para poder cooperar de forma más ambiciosa en el ámbito militar.
Durante estos últimos meses ha cobrado protagonismo, asimismo, el inicio del proceso para activar el artículo 7 de los tratados europeos contra Polonia, que podría retirar a Varsovia su derecho a voto en la Unión Europea, debido a sus polémicas reformas del sistema judicial, que la Comisión Europea considera contrarias al Estado de derecho.

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