Las restricciones en la hostelería ya se hacen notar y provocan pérdidas en el comercio local

Las restricciones en la hostelería ya se hacen notar y provocan pérdidas en el comercio local
Dos personas caminan por una Marina prácticamente vacía | quintana

El cierre a las 18.00 horas de la hostelería ya se hace notar en el comercio local. Esta medida, unida al cierre perimetral de la ciudad desde la pasada semana, ha provocado una bajada de ventas desde el mismo día de su entrada en vigor, tal y como asegura el presidente de la Federación Unión Comercial Coruñesa (FUCC), José Luis Boado. “A partir del cierre de los bares y cafeterías las calles quedan desiertas y se ha notado mucho, porque el comercio vive de la gente que pasa por la calle y entra a las tiendas a comprar”, sostiene.

Así, el presidente de la FUCC recalca, como ya ha hecho en otras ocasiones, que “toda acción sobre la hostelería va a influir en la actividad comercial, menos en el comercio esencial, que no sufre tanto las consecuencias negativas”. Y es que las limitaciones provocan, por ejemplo, que si la gente “no tiene dónde tomar un café o ir al baño, no se anima a salir a la calle a comprar”, considera Boado, quien insiste en que, pese a que se pueda pensar que no, “todo esto influye mucho”. En cuanto a un posible cambio de tendencia a la hora de consumir, el representante de los comerciantes coruñeses comenta que no se ha notado. “No se ha percibido que los consumidores vengan ahora a los establecimientos por la mañana porque, entre otras cosas, la gente trabaja y el ánimo está mal”, afirma.

Campaña de rebajas
En medio de este clima, la actividad comercial se encuentra inmersa en la campaña de rebajas, que dieron comienzo el pasado 7 de enero. Su balance no es positivo, aunque “no se puede ser catastrofista, porque algo se está vendiendo, aunque no tanto como quisiéramos”, indica. Sin embargo, Boado reconoce que el comercio electrónico es el que más está triunfando en esta temporada de descuentos. “El hecho de que las calles estén abandonadas hacen que nos vayamos más a la compra online”, explica. 

Este panorama, por lo tanto, es un golpe para el sector de la ciudad, que se mostraba ilusionado tras las Navidades por el “balón de oxígeno” que habían supuesto las ventas, a las que ayudó en gran medida la campaña de los bonos Presco. “Las rebajas no son la solución para la recuperación, pero sí que se está vendiendo un poco”, concluye el presidente de la FUCC.

Las restricciones en la hostelería ya se hacen notar y provocan pérdidas en el comercio local

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