"Mi jornada laboral consistía en encontrar leña para calentarnos, cocinar para los ancianos, apagar incendios y enterrar a los muertos en las calles. Era como un trabajo".
Las autoridades de Ucrania informaron hoy de intensos combates en el Donbás, mientras sigue el asedio a la acería de Azovstal, donde resisten las tropas ucranianas de Mariúpol y donde Kiev cree que Rusia prepara un desfile para el 9 de mayo, Día de la Victoria sobre la Alemania nazi.
Por la ciudad de Zaporiyia, con cerca de 700.000 habitantes, han pasado en los últimos meses 250.000 personas que salían del frente.
La operación para evacuar a civiles de la acería de Azovstal concluyó con la salida de la planta de 101 personas
Tras la evacuación de casi un centenar de civiles, el ejército ruso reanudó los "ataques masivos" contra la acería de Azovstal, en la ciudad ucraniana de Mariúpol, donde aún se refugian cientos de personas, entre ellas 20 niños, denunció este lunes un jefe militar.
Entró en vigor ayer a las 11.00 de la mañana, pero no se especificó en que momento concreto llegará a su fin
El ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú, afirmó hoy que las fuerzas armadas del país han tomado el control de la ciudad ucraniana de Mariúpol, aunque admitió que queda una bolsa de resistencia en la acería Azovstal.
Rusia ha dado otro ultimátumo a las fuerzas rusas pertrechadas en la planta metalúrgica de Azovstal en Mariúpol para que depongan las armas este miércoles, después de que el martes ninguno de los defensores se entregara en las dos horas dadas por Moscú para hacerlo.
El primer ministro de Ucrania, Denys Shmyhal, aseguró este domingo que los soldados ucranianos lucharán "hasta el final" en la sitiada ciudad de Mariúpol, por lo que descartó la capitulación exigida por Moscú.
Rusia instó este domingo a los militares ucranianos en Mariúpol, ciudad del este del país asediada por las fuerzas rusas, a cesar las hostilidades y deponer las armas a partir de las 06.00 hora de Moscú (03.00 GMT) y aseguró que se les garantizará la vida.
Las Fuerzas Armadas de Rusia efectuaron ataques aéreos y de artillería contra unos cien militares ucranianos que, según Moscú, intentaban huir en vehículos blindados de la asediada ciudad de Mariúpol y mataron a al menos 50.
El responsable de la misión en Ucrania del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) aseguró que las personas en la zona sur de Mariúpol continúan sin alimentos, agua, ni sistemas de calefacción. "Realmente es el infierno", afirmó.
Se calcula que en la ciudad, de 750.000 habitantes antes de la invasión rusa, quedan todavía 100.000 personas viviendo incomunicadas y sin suministros.
Las tropas rusas han abandonado por el momento la ocupación de Kiev y se concentran ahora en el asalto al puerto de Mariúpol, en el Mar de Azov, según un parte emitido esta madrugada por el Estado Mayor de las fuerzas armadas ucranianas.
Según las autoridades ucranianas, en el sótano del teatro solían refugiarse entre 1.000 y 2.000 personas, pero no han sido capaces de determinar el número de personas que se encontraban dentro en el momento del bombardeo.
La joven Galyna Balabanova ha pasado las últimas tres semanas de asedio en su ciudad natal de Mariúpol, en el sureste de Ucrania, donde sus vecinos han llegado a recoger agua de la lluvia y cocinar palomas que encontraban en las calles para sobrevivir al cerco de las tropas rusas ante la falta de suministros básicos.
El ayuntamiento de Mariúpol (sureste de Ucrania) denunció el bombardeo por parte de fuerzas rusas de una escuela de arte que servía de refugio a 400 personas, entre ellos mujeres, ancianos y niños.
El consistorio insiste en pedir a la OTAN que declare una zona de exclusión aérea sobre Ucrania, algo que la Alianza ya ha rechazado.
Los ataques rusos interrumpieron por segunda vez los planes de evacuación de la población civil de la ciudad de Mariúpol, en el sureste de Ucrania y bloqueada por las Fuerzas de Rusia, señalaron hoy el asesor del Ministerio del Interior ucraniano Antón Gerashchenko y un miembro del Regimiento Azov de la Guardia Nacional.