Una jueza que no conoce fronteras


PILAR “Perdóname que insista” de Lara anda por Murcia, no físicamente, colgada de su operación “Pokémon”. Ha abierto otra pieza separada –por cierto, ya podía rebautizar el sumario como caso “Matrioska”, esas muñecas rusas de cuyo interior no dejan de salir otras más pequeñas– para investigar si hubo blanqueo de capitales, falsedad documental y cohecho en Aguas de Lorca y Aguas de Murcia... A este paso acaba en el Tribunal Penal Internacional.

Una jueza que no conoce fronteras

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