Incautación de récord en A Coruña

cuarenta y cinco toneladas de cigalas son muchísimas. Tantas que daría para por lo menos dos o tres fiestas de exaltación del mencionado marisco en algún pueblo costero galaico de pintoresca estampa. Sin embargo, cuando son incautadas en los alrededores de la lonja de A Coruña y en un momento en el que la especie se encuentra en período de veda, se convierte en un grave problema doble. De un lado, el peligro de que acceda al mercado un producto que se ha saltado todos los controles sanitarios establecidos para garantizar su calidad. Del otro, y no por ello menos preocupante, demuestra a las claras el poco respeto que algunos patrones tienen por esos paros biológicos que pueden parecer injustos y caprichosos pero que, en el fondo, lo único que buscan es la pervivencia de las especies y, con ellas, el del modo de vida de quienes se dedican a su captura. Y eso es algo que no podemos perder de vista.

Incautación de récord en A Coruña

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