El arte del grafiti entra en una iglesia catalana

El arte del grafiti entra en una iglesia catalana
El artista urbano Rudi pinta desde un andamio el mural de la iglesia efe

  Cuando el párroco de Santa Eulalia de Provençana de L’Hospitalet de Llobregat decidió hace unos meses decorar el ábside del templo, recurrió a Internet, donde se topó con el trabajo de Rudi, un artista urbano experto en murales de grafiti.

El mosén no se lo pensó y le encargó las pinturas del altar mayor. A Rudi, un cacereño de 38 años con más de dos décadas de trayectoria entre aerosoles y esprais, la llamada del párroco Ramón Mor le dejó perplejo.

 

Dificultad > Sin embargo, aceptó el reto que suponía adaptar las técnicas de su estilo no solo a la temática religiosa, sino a un espacio tan complicado como el ábside de una iglesia, teniéndose que inspirar además en el románico catalán.

Rudi llamó a su amigo House, un artista madrileño, para acometer el encargo, que debía incluir las imágenes de la Virgen y el Niño, la patrona Santa Eulalia y la de una familia que simbolizara a los fieles de este barrio obrero de L’Hospitalet.

El arte del grafiti entra en una iglesia catalana

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