Paz Esteban y la izquierda de la izquierda de la izquierda de la...

Ahora cesan a Paz Esteban, la directora del CNI, sugiriendo posibles incompetencias de las que seguramente no es la única culpable. Imposible no sospechar que las exigencias de los ‘socios’, comenzando por Unidas Podemos, están detrás de este paso nada indiferente, nada inocuo. Una cesión a los ‘morados’ y, claro, a esa ERC que, encarnada por el president de la Generalitat, Pere Aragonés, se encontrará el viernes con Sánchez, a la espera de cerrar el ‘catalangate’ cuya víctima principal ha sido, hasta ahora, la propia jefa de los servicios secretos ‘espiadores’ de los independentistas.

Sigo sin comprender qué pacto ata a Sánchez con los residuos de Podemos en el Gobierno. El hombre con quien suscribió en 2019 tal pacto, que Sánchez sabía que no le dejaría dormir, el inestable Pablo Iglesias, ya ha dejado la política tras estrellarse en ella, y ahora anda socavando esa izquierda-de-la-izquierda que él construyó con mérito y con más ambición dispersa que programa y fundamento. Hoy, Unidas Podemos casi ha dejado de existir, empujado por la propia heredera de Iglesias, que jamás militó en UP: Yolanda Díaz busca, con razón, un espacio propio al margen de esa pareja de ministras, inoperantes pero ‘incordiantes’, que son Ione Belarra e Irene Montero, que tanto daño están haciendo a la política española. Hasta el ministro Garzón se ha separado de ellas.

¿Qué hace Sánchez ligando su, NUESTRO, Gobierno con un moribundo como Unidas Podemos, un partido que ni siquiera es capaz de llegar a tiempo de formalizar su candidatura en Andalucía? ¿Qué hace atando su, nuestro, Gobierno a una formación que para nada comparte ya los valores esenciales de este sistema en cuanto a la forma del Estado, alineamientos internacionales, instituciones, economía e incluso territorialidad? ¿Qué hace esposado a una Esquerra Republicana de Catalunya que parece manejarle casi a placer y que ha encontrado un buen apoyo para sus exigencias en el victimismo lógico basado en ese espionaje del que el Gobierno dice no saber nada?

Nunca ha sido mayor la contradicción entre una y otra rama del Ejecutivo que ahora, cuando los ‘podemitas’, liderados por alguien como Pablo Echenique, piden nada menos que la dimisión, tras la de la señora Esteban, de la ministra de Defensa, convertida en su total enemiga. Nunca más grave ante el aparente sometimiento a las exigencias de quienes, como Esquerra Republicana de Catalunya, no basan su interés en el progreso del Estado, sino en todo lo contrario.

Estamos en momento graves en los que hasta los servicios de seguridad se han puesto en tela de juicio, y quizá estén empezando a debilitarse en vísperas de una ‘cumbre’ de la OTAN en Madrid que no va a ser, con la que está cayendo en Europa y en el mundo, un encuentro cualquiera.

Mientras el Gobierno se debata acerca de las exigencias de sus aliados que le sustentan en una precaria mayoría, mientras haya ‘dos almas’ (o lo que sea) en un mismo Ejecutivo, mientras se exija la cabeza de nada menos que la responsable de las Fuerzas Armadas para mantener un ‘statu quo’ claramente indeseable y no se den las adecuadas respuestas desde donde deben darse, es decir, La Moncloa, poco habrá que hacer. No, no estamos para bromas, para tonterías, para despistes ni para juegos de patio de colegio ni de salón. Sánchez, no nos falles... más.

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