Dicen por ahí…

Que la llegada de Alberto Núñez Feijóo a Madrid agitó las encuestas que suben la cotización del PP y ponen como prueba la actitud del jefe de gobierno le recibirá hoy para hablar de lo que se clasifican como “asuntos de Estado” y de forma especial la renovación del Consejo General del Poder Judicial.

Otros cronistas de la Corte señalan por su parte que el cambio de líder no supone nada más que seguir la política de Mariano Rajoy pero con una sonrisa y sin estridencias y otros apuntan que de ese modo Feijóo situará a Vox en un extremo y evitará el temido “sorpasso”

Con Feijóo camino a Madrid pero con sus compañeros de partido viviendo sus planes para Galicia, los populares rechazaron la ley que mejoraría la atención primaria –limitar a dos días la espera– dando otra pista más de lo que quiere y ofrece la derecha.

Pero es que en la ¿última? Jugada del Partido Popular gallego, con Alberto Núñez Feijóo votando, tumba todas las peticiones de la oposición.

A destacar la proposición de los socialistas para mejorar los servicios de las residencias para mayores y su vigilancia.

El Partido Popular en estado puro. Lo público no le interesa. Seguramente por aquello de “cuando peor mejor para nosotros” de uno de los maestros de Feijóo: el señor Rajoy.

Otro de los problemas, que heredarán quienes sustituyan Feijóo, trata de las ayudas del gobierno central para paliar los problemas surgidos por la invasión de Ucrania.

A la espera de las ayudas desde Madrid, en el parlamento la oposición afeó a la Xunta, todavía recuerden con Alberto Núñez Feijóo de piloto, no dedicó ni un solo euro en apoyo de los productores más castigados.

Y ya puestos ¿Qué deja, con su firma como un gran objetivo, una obra o una ley? Se le recordará por sus viajes en yate y poco más.

El sector pesquero pide ayudas, los agricultores y ganaderos no tienen nada que agradecer. En el sector industrial el concello de Santiago de Compostela están, por ahora, empantanados en la ampliación del polígono de Asionlla que tendrá una superficie de alrededor de medio millón de metros cuadrados.

Tal vez ahora alguien desde la Xunta “meta una marcha más” pues Galicia no está sobrada de ideas y proyectos.

Todo esto es lo que dice la gente por ahí. Y como en Madrid nuestros representantes sigan tirándose los trastos a la cabeza en lugar de buscar soluciones, seguirá siendo un tema de conversación y cabreo.


Dicen por ahí…

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