De cuentas, cuentos y zarzuelas

Los que hacen la cuenta dicen que en realidad juan Carlos cometió hasta diez delitos tipificados como blanqueo de dinero, cohecho y delitos fiscales. Y ya todos sabemos que unos están prescritos por el paso del tiempo y otros por eso de que era inviolable ¿? Y con todo nos cuentan que –como el famoso turrón– quiere volver a casa por Navidad, o antes si encuentra un pisito asequible a sus cuentos sobre las cuentas nada corrientes.


Esto nos recuerda la zarzuela “El rey que rabió”, con un texto que era como un retrato social de la España que reinaba Alfonso XII y que no gustó nada a los monárquicos. Comparen aquel texto de aquella zarzuela con lo que pase en la Zarzuela.


Y claro el personal anda preocupado: ¿De qué vivirá? ¿Negociará el salario mínimo vital o echará mano a lo que resta de los viejos y lustrosos negocios de antaño? ¡No pregunten que es peor. Ojo que puede elegir Sanxenxo donde ya le están preparando el Bribón (tranquilos que es el nombre de un yate.)


Peor, por ejemplo, para esos cinco millones de españoles que, con el precio del mercado, no pueden calentar su casa.


Pero abramos otros escenarios: nos dicen que VOX es el único partido que sube en las encuestas y que está a un paso de pisar los talones al PP que se encomendó al efecto Feijóo para salir de esa crisis. Ja, ja, ja.


Feijóo quemado en las fallas dio la orden y el PP abre la puerta en Castilla y León a la extrema derecha con gran cabreo de los “peperos” de Europa que le han echado la bronca. No se extrañen pues Feijóo pasó de ser un votante del PSOE a un hincha de Abascal y compañía.


Y ustedes se creyeron eso de que seguiría corriendo hacia el centro al que nunca llegan.. En el fondo es de toda la vida: variadas las familias que componen el partido fundado por Fraga y otros seis magníficos.


Lo que es cierto es que el tablero a fecha de hoy, requiere el estudio de los politólogos y ¿por qué no? de algunos de esos visionarios que son capaces de vaticinar como será tu futuro en salud, dinero y amor.


Y no me queda más que pedir, para ustedes y para mí, que los dioses nos libren de los Idus de Marzo.

De cuentas, cuentos y zarzuelas

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