Las Fuerzas Armadas de Turquía bombardearon ayer objetivos dentro de Siria en represalia por un obús lanzado desde el país árabe que mató a cinco personas en un pueblo turco cercano a la frontera, informó el Gobierno de Ankara.
“Nuestras Fuerzas Armadas, siguiendo las reglas internacionales de entrada en combate, han bombardeado objetivos en Siria en respuesta al abyecto ataque y tras determinar mediante el radar desde donde fueron disparados” los obuses que cayeron, afirma un comunicado de la oficina del primer ministro, citado por CNNTürk.
La prensa turca también indican que la OTAN ha convocado una reunión urgente de sus socios para tratar sobre los proyectiles lanzados desde Siria y que han alcanzado Turquía.
El secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, instó al Gobierno de Ankara a abrir los canales de comunicación con Damasco para rebajar las tensiones.
Tres obuses cayeron ayer en el pueblo fronterizo de Akçakale, en la provincia turca de Sanliurfa, y uno de ellos mató a cinco personas y dejó trece heridas.
Todo indica que el proyectil fue disparado durante los combates que tropas regulares sirias y rebeldes libran desde hace dos semanas por el control del puesto fronterizo de Tel Abyad.
Por otro lado, la violencia volvió ayer a golpear con dureza la ciudad de Alepo (norte), capital económica de Siria, donde al menos 33 personas murieron y decenas resultaron heridas en varias explosiones en el centro de la ciudad, cuyo control se disputan los rebeldes y las fuerzas del régimen y donde se mantiene duros combates.
Sobre las 07.25 hora local se registraron las primeras explosiones en la céntrica plaza de Saad Alá al Yabri, cerca del Club de Oficiales y controlada por los efectivos gubernamentales.
La agencia de noticias oficial siria, Sana, precisó que dos coches bomba fueron detonados por “terroristas suicidas”. n