La dulcería es, en cierto modo, la memoria de una casa: cada receta, cada horno encendido, guarda algo del pasado. En Bergondo, esa memoria se hornea desde 1906 en el histórico Horno de San Isidro, que hoy, bajo el nombre de San Isidro Bakery, continúa en manos de la familia fundadora. Lucía No López, cuarta generación al frente del obrador, ha sabido combinar el respeto por las recetas de sus bisabuelos con una mirada innovadora que la ha llevado a lo más alto de la repostería artesanal europea.
Todo comenzó en 1906, cuando Francisco López Losada y Antonia Cortiñas Rey levantaron en Bergondo un obrador que hoy es referente tanto por su legado como por su proyección internacional. Lucía, junto a sus hermanos Fran, Dulce y Laura, continúa la saga familiar con la misma pasión con la que sus abuelos amasaban pan y dulces. "Mis abuelos enseñaron a mis padres, mis padres a mí… y aquí seguimos. Lo que más me emociona es seguir haciendo las recetas de siempre, como las hacían ellos”, afirma Lucía.
Entre esas recetas de siempre destaca A Ruliña, un bizcocho de maíz y limón de miga jugosa y color anaranjado, o la Tarta del Monasterio, bautizada así en honor al cenobio de Bergondo. También se conserva la Mantecada Mariñan, con un aroma único que recuerda al paso de las mareas.
La tradición convive aquí con una inquietud constante por la innovación. Lucía, formada en hostelería y siempre en búsqueda de nuevos conocimientos, ha sabido llevar el obrador familiar a otro nivel. En 2022, su talento fue reconocido con el primer premio del Concurso Ibérico al Mejor Panettone Artesano por su panettone de chocolate, y un tercer premio por el Panettone del Camino, una creación que rinde homenaje a Galicia con ingredientes como castaña, manzana, infusión de orballo y la cerveza Estrella del Camino.
"Desde que gané el concurso, pasamos de vender 300 panettones en Navidad a vender más de 3.000. Ahora los hacemos todo el año", explica Lucía, que además fue la primera mujer en formar parte del jurado del campeonato internacional de panettone en Milán. También es embajadora en España de la marca italiana IRCA, lo que le permite viajar regularmente a Italia y continuar su formación en nuevas técnicas y fusiones.
San Isidro Bakery elabora cinco variedades de panettone todo el año, todos con base gallega y una mirada italiana:
Además de la repostería, su empanada gallega tradicional también ha sido reconocida en certámenes como Madrid Fusión. Lucía destaca que siguen una receta cuidada, con masa elaborada con aceite, leche y huevo, y una variedad que sorprende por su riqueza y originalidad. "Este año volvimos a quedar finalistas con la empanada. Tenemos muchísimas variedades y todas se elaboran con producto de aquí", dice con orgullo.
En el obrador se hornean empanadas de atún, carne, pollo con champiñones, zorza, parrocha, mejillones, berberechos, zamburiñas, bacalao, bacalao con pasas, bacalao con grelos, chicharrones con queso, vegetal, manzana y una muy especial, la empanada de la abuela, que guarda el sabor de los domingos en casa.
El obrador familiar también mantiene su panadería tradicional con bollos, bollas, pan de centeno o chapata, y una pequeña tienda online desde donde distribuyen sus productos a toda España.
"Aquí seguimos todos: yo con la pastelería, mi hermano Fran con la panadería, Laura en la oficina y Dulce al frente de los despachos. Es bonito ver cómo esto sigue siendo cosa de familia, concluye Lucía.