Las medidas propuestas por el Gobierno para intervenir en Cataluña al amparo del artículo 155 superaron ayer el penúltimo trámite en el Senado, antes de que hoy sea aprobado en pleno el dictamen final, que el PP ha aceptado modular, y a la espera de una salida in extremis que evite su aplicación.
Todo ello en una jornada maratoniana en la Cámara Alta, que reunió la comisión ad hoc creada expresamente para esta tramitación mientras desde Barcelona se sucedían las informaciones contradictorias sobre la intención del presidente catalán, Carles Puigdemont, de convocar o no elecciones anticipadas.
Fuentes del Gobierno recordaron a Puigdemont que no tiene que reclamar ninguna garantía para convocar elecciones y lamentaron que durante la jornada se haya intentado presionar al Ejecutivo mientras se tramitaba en el Senado la aplicación del artículo 155. Tras varias horas de debate en ponencia y en comisión, a primera hora de la noche se votó el dictamen final, que incluye una enmienda del PSOE en favor de la “aplicación gradual” de los preceptos planteados por el Ejecutivo. Es la única enmienda incorporada al dictamen que hoy debatirá el pleno de la Cámara Alta, con los votos mayoritarios del grupo popular, del PSOE y del grupo Mixto, y contempla la posibilidad de modular su aplicación si se producen cambios en la situación e incluso de “anticipar” la supresión de las medidas “si cesasen las causas” que las motivan.
Hay otras dos enmiendas del PSOE –una relativa a los medios públicos y otra para suspender la aplicación del 155 si Puigdemont convoca elecciones– que se podrán volver a debatir hoy.
Argumentos del Gobierno
La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, acudió a la comisión a exponer los argumentos del Ejecutivo y defendió la aplicación del 155 para “rescatar” a Cataluña de la “irresponsabilidad política” y abrir una nueva etapa que suponga “el principio del fin de una reiterada desobediencia a la ley”.
Sáenz de Santamaría subrayó que con este artículo el Gobierno cumple con una obligación “legal, democrática y política” frente a la “intolerancia” a las normas de los secesionistas. Después de señalar que “se trata de proteger el autogobierno de Cataluña frente al desgobierno de los independentistas”, denunció que estos, en su empeño por construir una nueva Cataluña, han echado por tierra la mejor Cataluña de su historia, emprendedora, dinámica, acogedora, abierta y orgullo de todos los españoles y todos los catalanes.
“Rescate”
“No podemos olvidar esa Cataluña. Tenemos que rescatarla por mucho que algunos intenten imponer una nueva fuera de la ley”, resaltó antes de subrayar que “no han traído la tierra prometida”.
Rotos ya “las ensoñaciones y los engaños”, la vicepresidenta cree que se está viendo la realidad de lo que supone el independentismo, con huida de empresas y entidades financieras, reducción del turismo y del consumo y “la sombra” de la desaceleración o la recesión.
En el debate en comisión, los portavoces del PDeCAT y de ERC, Josep Lluís Cleries y Miquel Àngel Estradé, respectivamente, fueron los más críticos con el 155 y sacarona relucir el “espíritu franquista” de estas medidas, que han calificado de “golpe de Estado” a las instituciones democráticas catalanas.