De cuando el Deportivo echó varias manos al Lugo

De cuando el Deportivo echó varias manos al Lugo
Saqués considera que la propuesta de 24 equipos en Segunda no está legitimada | aec

Que el fútbol no tiene memoria es uno de los tópicos más frecuentes. Si no hay capacidad para recordar el pasado reciente, a lo que hace alusión esa frase, mucho menos a lo que sucedió en 2004, fecha a la que retrocedemos para refrescar el día en que el Deportivo acudió en auxilio de un CD Lugo que ahora, con Tino Saqués al frente, no solo no le apoya, sino que se ha puesto en la primera línea de la defensa de Javier Tebas y del Fuenlabrada.

No hizo falta que la prensa le preguntara su opinión sobre eso. En la introducción de su comparecencia para hacer balance de la temporada 2019/20, antes de abrir turno para que los periodistas le cuestionaran, dedicó más tiempo a elogiar a Tebas y criticar las demandas del Deportivo (Segunda División de 24 equipos, inhabilitación del presidente de la patronal) que de cualquiera de los asuntos propios de su club.

La cesión de Gerard
El último cable al Lugo se produjo esta temporada (y también en la segunda mitad de la anterior) con la cesión de Gerard Valentín, que ha contribuido decididamente a la permanencia del conjunto lucense en Segunda División, categoría en la que jugará el próximo curso por novena temporada consecutiva (décima en toda su historia). 

En Abegondo
Semanas atrás, el Lugo se entrenó en la Ciudad Deportiva de Abegondo antes de uno de los desplazamientos que efectuó en la recta final de la competición, en la que logró salir de las posiciones de descenso a Segunda División B.

Y lo mismo sucedió en 2013 cuando, ya en Segunda División, no había campos de hierba natural en buen estado en Lugo y el equipo que entonces entrenaba Quique Setién y presidía José Bouso pidieron al Deportivo entrenarse en Abegondo, a lo que la  entidad blanquiazul accedió para que los lucenses se entrenaran en sus instalaciones.

Cruce de reproches
Pero no han sido los únicos ejemplos de la ayuda del Deportivo al Lugo, cuya relación se ha deteriorado desde la llegada de Tino Saqués a la presidencia en 2015. Ahora, incluso dos aficiones que han estado hermanadas cruzan reproches en las redes sociales por la actitud del dirigente rojiblanco, que recibió la oportuna respuesta del presidente del Deportivo, Fernando Vidal: “Arrieros somos y en el camino nos encontraremos”.

En el adiós de Djalma
El dirigente del conjunto coruñés apeló a la falta de memoria de equipos como el Cádiz o el Sevilla cuando se vieron amenazados por un descenso administrativo. En el caso del Lugo, hay un partido de 2004 en el que el Deportivo se puso al servicio del equipo rojiblanco y que parece olvidado. 

El día en el que Djalminha y el Deportivo pusieron fin a su contencioso y acordaban la rescisión del contrato del jugador brasileño, el conjunto blanquiazul acudió al Anxo Carro para un amistoso cuya recaudación sirvió para que los futbolistas del Lugo pudieran cobrar sus emolumentos. 

Los onces formaron aquel día tras un cartel en el que se leía: Gracias Deportivo, gracias afición. Unos 3.000 aficionados acudieron al partido y se recaudaron 20.000 euros.  Presenció el choque el entonces presidente deportivista, Augusto César Lendoiro, que acompañó en el palco al entones dirigente del Lugo, Eliseo Corral, que iba a presentar su dimisión unos días después. 

El público lucense disfrutó  de una gran fiesta del fútbol al contar con la colaboración del Deportivo, que cerraba la temporada 2003-04 antes de coger vacaciones hasta el 10 julio y que sirvió de despedida para alguno de los jugadores blanquiazules.

Javier Irureta desplazó a la capital lucense a los once jugadores disponibles de la primera plantilla. Formaron de inicio Molina; Manuel Pablo, Héctor, Capdevila, Amavisca, Víctor, Sergio, Fran, Munitis, Tristán e Iván Pérez. El exdeportivista Braulio, ahora director deportivo del Atlético Osasuna, marcó el primero a los 47 minutos y Jorge Rodríguez e Iván Perez remontaron para el Deportivo.

Jugadores, técnicos y empleados rojiblancos se dieron por satisfechos porque gracias a aquel partido iban a poder cobrar, al menos, una mensualidad. 

Se consiguió la mayor taquilla de los entonces 51 años de historia del Club Deportivo Lugo, superando con creces los dos millones y cuarto de las antiguas pesetas (13.500 euros) que figuraba como cifra récord de recaudación en la capital lucense. Pero el fútbol no tiene memoria.

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