“Solo me arrepiento de no irme por cómo escupen contra mí”

“Solo me arrepiento de no irme por cómo escupen contra mí”
el exfutbolista, junto al presidente de la peña ‘chusma blanquiazul’ (i) y manolete, presidente de los veteranos del deportivo quintana

Francisco González Pérez ‘Fran’, el ‘eterno’ capitán del Deportivo, se muestra incapaz de ocultar el dolor que le produce el trato que recibe por parte del club coruñés desde que colgó las botas. Un tratamiento que considera injusto y que le lleva a arrepentirse de no aceptar en su día alguna de las muchas ofertas que recibió para dejar A Coruña.

“Todo lo que me ha dado el Deportivo futbolísticamente y todo lo que he disfrutado, seguro que no me lo habría dado otro equipo, pero de lo que estoy más arrepentido es por el trato que he recibido y por cómo escupen contra Fran desde el club”, confesó el exfutbolista durante un coloquio que se celebró ayer en El Corte Inglés de Marineda City con motivo del 25 aniversario del debut del jugador con el primer equipo deportivista y que estuvo organizado por la peña ‘Chusma Blanquiazul’.

“Si me hacéis un homenaje, contrarrestan desde el club. Ahora, encima ha salido el tema de mi hijo Nicolás (que, siendo juvenil de primer año, juega en el Montañeros y está a punto de marcharse a la cantera del Barcelona tras las desavenencias de su padre con el Depor). Me parece vergonzoso que metan a mi hijo en esto”, reconoció el jugador nacido en Carreira, incapaz de esconder la rabia que le genera sentirse atacado por el equipo en el que ha pasado un cuarto de siglo de su vida y del que se convirtió en su principal estandarte.

“Es verdad que el Depor me dio muchísimo, más de lo que me podía imaginar, pero yo también habré aportado algo. Aquí salimos todos ganando, a ver si solo ha ganado Fran en esto. Es algo que no consigo entender, a ver si algún día me lo explican. Lo he dado todo por este equipo y he renunciado a muchas cosas y al final tengo un niño y me pregunto si realmente vale la pena todo esto”, meditó el exjugador, quien relató una desagradable anécdota que le sucedió hace seis años cuando acudió al estadio de Riazor con su hijo.

“A Nicolás al principio no le gustaba mucho el fútbol y yo tenía ganas de engancharle al mundo del fútbol. Así que cuando tenía cinco años, un día le llevé a Riazor y me encontré a gente que me dijo que era un ladrón y un pesetero. Cómo voy a volver con mi hijo al fútbol después de eso”, contó el talentoso exjugador ante la presencia de cerca de una treintena de personas que no quisieron perderse la charla que, bajo el título ‘25 años de un mito’, se prolongó durante una hora aproximadamente.

“Después de 25 años, en los que he conseguido un ascenso, dos Copas del Rey, la Liga... he tratado de ser lo más honesto posible, he intentado rendir a mi máximo nivel y me he entregado al máximo. Y que me digan esto. Todo lo que he hecho, para que al final vea que me atacan”, continuó el interior izquierdo, quien aún recuerda cómo se produjo su entrada en el primer equipo, el 17 de enero de 1988.

“Ni mucho menos pensaba en subir tan rápido, con 18 años. Había hecho la pretemporada con el mejor Fabril que recuerdo de la historia. Un equipo imbatido, mientras que el Depor, aunque estaba hecho para ascender, era todo lo contrario a nosotros. Mientras que nosotros íbamos líderes e imbatidos, ellos tenían muchos problemas. Echaron a Eusebio Ríos, subieron a Luis Rodríguez Vaz y empezó a contar con la cantera. Y subió a varios jugadores. Fue una apuesta muy valiente por su parte porque podía crear malestar entre la gente experimentada”, dijo.

 

“Solo me arrepiento de no irme por cómo escupen contra mí”

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