Reportaje | Desde vacunas bacterianas al análisis de retina para prever alzhéimer

Reportaje | Desde vacunas bacterianas al análisis de retina para prever alzhéimer
Una de las trabajadoras del Inibic | PATRICIA G. FRAGA

Fue en los años 90 cuando los equipos de investigación de los hospitales se empezaron a multiplicar para centrar la curiosidad científica en proyectos concretos. El Inibic (Instituto de Investigación Biomédica A Coruña) es la casa en la que nacen los del hospital, la Universidad y el Área de Atención Primaria de A Coruña. De esta forma, se crea un marco de colaboración estable, donde se integran la investigación básica y clínica desarrollada y esto se traduce en resultados palpables tanto en el diagnóstico como en la prevención y tratamiento de las enfermedades.

El Inibic fue acreditado el 10 de marzo del 2015 por la Secretaría de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación, a propuesta del Instituto de Salud Carlos III y de la Consejería de Sanidad, conforme al RD 339/2004. La Fundación Profesor Novoa Santos es su entidad gestora y la responsable de la dirección de los proyectos que se desarrollan en el instituto, desde su origen hasta el final.


Si uno recorre las distintas plantas del instituto, puede comprobar el ritmo vertiginoso al que se trabaja ya sea desde el PC, en una mesa de operaciones ficticia obteniendo resultados de animales o manejando probetas. De todos los trabajos que están en marcha, estos cinco reflejan la importancia de lo que se está haciendo. Son investigaciones que influyen directamente en la calidad asistencial.

En concreto, el apartado de Microbiología se adelanta a los acontecimientos y ante la escasez creciente de los antibióticos y el aumento de las bacterias multirresistentes, los de Germán Bou han creado una plataforma en la que desarrollar vacunas, que podrán salvar muchas vidas en poblaciones expuestas a especies peligrosas. Una de ellas, la pseudomonas aeruginosa, genera muchas infecciones en un gran segmento poblacional. Los enfermos de neumonía o los quemados son muy vulnerables. También los de fibrosis quística. Dice Bou que con la fórmula en la mano, pueden tardar diez años en que llegue al mercado. Ellos irán con ventaja porque antes las quieren implantar en explotaciones animales, donde el “ok” se consigue en dos o tres años. El grupo Varpa (Visión Artificial y reconocimiento de patrones) empezó a analizar la retina para detectar enfermedades de la visión. A día de hoy, correlacionan variables con males como el alzhéimer, que en la práctica supondría ganarle tiempo para aplacar los primeros síntomas y retardarlos o frenar su desarrollo. Los de Ranasa-Imedir (Redes de Neuronas Artificiales y Sistemas Adaptivos-Informática médica) buscan un prototipo para que el E-back sea real. Con él, la gente corregiría en todo momento su postura y esto evitaría los dolores de espalda que tan frecuentemente sufre la población, muchos derivados de posiciones como la de doblar cuello hacia abajo para mirar los whatsapp.

En Cardiología, no solo la unidad del hospital es referente. A nivel investigación, forman parte de una red estatal en la que rezuman datos para valorar la incidencia de patologías. Vázquez pilota a un grupo que pondrá en práctica la manera de calcular cuánto tejido cardíaco está dañado, de ponerle solución destaponando vasos sanguíneos con estents o diagnosticando un trasplante al comprobar por imagen que esta es la única vía de éxito.

Reumatología brilla dentro del Inibic. La prueba está en proyectos como el que trata de identificar fenotipos de artrosis de rodilla para distribuir a los pacientes por subgrupos y dar mejor en la diana. Igual que con el cáncer, hace 50 años, la quimioterapia era la misma para todos, la artrosis se podrá vencer con tratamientos específicos.

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