Reportaje | Lo indie se esconde al otro lado de las escaleras

Reportaje | Lo indie se esconde 
al otro lado de las escaleras
El espacio tendrá un estilo sobrio, pero con toque

Se escuchará indie principalmente, en directo y enlatado. Tras unas escaleras, por la parte exterior de Los Cantones Village, o por dentro, en ascensor, la sala Inn Club abre desde esta noche una puerta a “artistas que no están viniendo a la ciudad porque tienen el caché muy alto o no son rentables”. La Pelícano apostará en este subespacio por los directos que se degustan en formato medio, para no más de 600 espectadores con el riesgo que conllevan los principios, cuando “es necesario coger nombre y para eso hay que invertir”.


De momento, dice el promotor Luis Diz no habrá artistas emergentes sobre la pista, todos serán conocidos, para partir de una base e ir haciendo. Poco a poco. Sobre un escenario diáfano pero con toque y reservado para 15 o 20, tocarán Tequila el 21 de octubre y nada menos que Los Planetas el día de la lotería, el 22 de diciembre, para comenzar a andar con el batería de Blur, Dave Rowntree, al mando de los platos.
Él será el invitado estrella de una noche que arrancará a las 21.30 horas con un evento privado. A las 01.30 horas, el local se democratizará a golpe de entrada libre y con el aliciente que, además del componente de Blur, podrán disfrutar de la pinchada, que no concierto, de La Habitación Roja, Schulz y Lord Toaster. Hasta las seis de la mañana, los coruñeses podrán comprobar el sonido del nuevo habitáculo para el directo y que dispensará una media de tres al mes con “artistas capaces de arrastrar a 10.000 espectadores con otros que llegan a los 2.000”. Dice Diz que de aquí a finales de año habrá más sorpresas y que la línea será la que marca la primera remesa de nombres con Miss Cafeina, el 3 de noviembre; Las Bistecs, el 17; Hinds, el 25; Sidonie, el 1 de diciembre; y Viva Suecia, el 16.


El viernes ofrecerá a media noche la primera de sus 981 sessions con A guy called Gerald, de UK, y Grobas. Diz señala que como siempre, los momentos previos a cortar la cinta son caóticos: “Esto está patas arriba”, pero Inn Club se presenta con una imagen sobria pero con toque, siguiendo la premisa de que para gustar primero hay que apostar por el caballo ganador.
El equipo lo sabe y no duda en traer primeras espadas aunque “los que llenan son caros y los que son caros no son rentables”. Lo harán a precios no muy altos y gracias a la firma MasGalicia, encargada de llenarla de contenidos.

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