Las nuevas consignas de la estación de buses se quedan fuera de servicio

Hace menos de un mes que el Ayuntamiento anunciaba que había reformado las consignas de equipaje de la estación de autobuses a un precio de 102.000 euros. Al haberlas modernizado e informatizado, la Concejalía de Movilidad Sostenible, a cuyo cargo se encuentra Daniel Díaz Grandío, esperaba ofrecer un mejor servicio a los usuarios pero ya ayer la instalación se encontraba fuera de servicio, supuestamente debido a fallos técnicos. Desde el Ayuntamiento señalan que están a la espera de una pieza para repararla. 

El sistema actual solicita antes del pago un PIN de cuatro dígitos que se repite para confirmar la reserva, y luego emite un ticket que incluye un código QR. Fuentes cercanas, señalan, sin embargo, que ocurría que a veces se habrían todas las taquillas de golpe cuando se trataba de abrir solo una, lo que hace suponer algún fallo en el módulo de control. El problema se localiza en el sistema que hace llegar las órdenes desde la central de compras a la consigna

Para Grandío, se trataba de un “sistema innovador en Galicia” que sirve para favorecer el uso del transporte público. Abiertas durante los 365 días del año, cuentan ahora con adaptadores USB para poder conectar dispositivos  electrónicos de seguridad. Para el concejal de Movilidad Sostenible, se trataba de un “sistema innovador” en Galicia. En total, son 36 taquillas pequeñas y doce mayores. Gracias a los USB, los usuarios pueden conectar o recargar sus dispositivos. El tiempo máximo es de 8 horas, al término de las cuales, se  retira el contenido.   

Facturaciones a la baja 
Según la memoria de gestión municipal, en lo que respecta a la estación de autobuses, la facturación y consignación de bultos se desplomaron en solo un año. En 2016 fueron 3.149 facturados, 2.125 recibidos y 12.155 consignados, pero el año pasado su número se redujo a 1.902 facturados, 1.712 recibidos y 7.885 consignados. “Enviar bultos en el bus ha sido siempre un servicio muy utilizado por los residentes en el área metropolitana –explica un experto– porque es más barato que una empresa de envíos, aunque no sea tan seguro porque no llega puerta a puerta”. 

Estas mismas fuentes apuntan a que ha sido una merma en la calidad del servicio, con escasez de personal, lo que ha llevado a decaer este tráfico.