El narcotráfico daña a los pequeños negocios de la segunda fase de Elviña

El narcotráfico daña a los pequeños negocios de la segunda fase de Elviña
15 diciembre 2016 A Coruña.- El narcotráfico daña a los pequeños negocios de la segunda fase de Elviña

El de la Segunda Fase de Elviña es un barrio de clase trabajadora que crece en paralelo a Alfonso Molina, hasta morir en la avenida de San Cristóbal. Sus residentes están acostumbrados a recibir poca atención de las autoridades, pero la situación que están sufriendo con un incremento en el tráfico de drogas (sobre todo, heroína), les ha llevado a pedir a la Policía Nacional un plan de choque urgente para acabar con los puntos de venta del barrio. Los comerciantes aseguran que el deterioro es tal que afecta a la actividad económica.
“Casi estamos volviendo a los ochenta, tenemos una presencia enorme de drogodependientes que están mermando muchísimo la actividad comercial”, alertan. Los comerciantes ya han enviado cartas a la Delegación del Gobierno. “Tuvimos dos semanas de muchísima presencia policial, pero la presencia policial volvió a bajar y tenemos lo mismo”, señalan desde el colectivo, que ha insistido ante los mandos policiales para que tomen medidas extremas. “Los niños tienen que pasear cogidos de la mano por miedo a que se pinchen con una jeringa”, aseguran.

amenaza de cierre
“Necesitamos más”, aseguran los pequeños empresarios, que advierten a la Policía Nacional que no pueden pedirles paciencia porque la delincuencia está afectando de manera que “si esperamos, cerramos, y si cerramos, no tenemos ingresos en nuestras casas”. La situación es tan desesperada que los comerciantes se han ofrecido a formar parte de un dispositivo coordinado con la Policía Nacional para mejorar la efectividad.
Además, se quejan de faltas de patrullas policiales a pie. “Por Elviña no pasan policías a pie nunca –aseguran– ni de la Local ni de la Nacional”.
El problema no es la venta de droga en sí, sino el consumo, porque en la zona siempre ha habido puntos de venta de droga en pisos de particulares a donde acuden para comprar no solo heroína, que también cocaína, pero los consumidores compraban la mercancía y se marchaban. Ahora han adquirido la costumbre de consumir allí mismo. Por calles como Bugallal Marchesi desfilan toxicómanos continuamente. Tanto, que su aspecto suscita bromas macabras “Hacemos referencias a “The walking dead’”, reconoce un empresario.
Pero el humor negro es un escaso consuelo cuando el narcotráfico empieza a afectar el negocio. “Hay bares que tienen dos puertas y han tenido que cerrar una porque no pueden vigilar las dos. Y si no lo hacen, se les cuela un toxicómano para pincharse en el baño”, denuncian los afectados. Por eso es por lo que piden una mayor presencia policial: confían en el efecto disuasorio de un coche rotulado sobre los toxicómanos.

El narcotráfico daña a los pequeños negocios de la segunda fase de Elviña

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