La importancia de A Coruña en el Camino Inglés vuelve a reactivar esta vía

La importancia de A Coruña en el Camino Inglés vuelve a reactivar esta vía
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El Camino Inglés se está convirtiendo en los últimos tiempos en una apuesta cada vez más fuerte a la hora de peregrinar a Santiago. Dentro de este crecimiento, un papel fundamental es el que juega A Coruña, principal puerto de desembarco histórico para los peregrinos y que ahora busca recuperar este esplendor.
Desde hace algo más de año y medio aquellos que realicen el camino desde la ciudad también son agraciados con la compostela, un hecho que sin lugar a duda impulsa a llegar a elegir A Coruña como punto de partida. Pero la presencia de la urbe en el Camino Inglés no es una novedad, sino que hace siglos supuso un punto importante para los peregrinos. “A súa importancia no Camiño de Santiago é tanta como que é prácticamente o único porto recoñecido de chegada regular”, explica el experto Manuel F. Rodríguez.
Su época dorada se produjo entre los siglos XII y XVI, aunque en un primer momento el puerto de desembarco era otro cercano. “No XII, o porto de desembarco era O Burgo, no interior da ría por motivos de protección, pero logo pasa a ser A Coruña”, detalla.
“Nese período, a importancia do Camiño Inglés e de Coruña é altísima. Non sabemos o número, pero había moitísimos peregrinos que viñan en barco. Debeu ser moi numerosa pola documentación que hai”, asegura. “Eu mesmo me sorprendín da importancia que tiña A Coruña”, reconoce Manuel, quien añade que “había escépticos, pero os datos son demoledores para recoñecer a importancia da Coruña”. Los peregrinos que llegaban por barco a la ciudad provenían del Reino Unido, principalmente de Inglaterra, pero también de los Países Bajos u otros más alejados como Noruega, Dinamarca, e incluso se tienen referencias de visitantes desde Islandia. Todos ellos, la primera referencia que tenían de la ciudad era la Torre de Hércules, imagen que se traducía en la cercanía de la llegada a puerto. Una vez visto el faro, las naves se dirigían al puerto de O Parrote, lugar de desembarco, en concreto a la altura del hotel Finisterre, junto al que se encuentra la puerta de O Parrote, su punto de entrada.

Hospitalidad
La extenuante travesía por mar provocaba que los peregrinos permaneciesen algún día en la ciudad para recuperar fuerzas y prepararse para emprender el recorrido terrestre.
Una de sus primeras acciones era visitar la iglesia de Santiago para agradecer al apóstol llegar a puerto. El hospital de San Andrés, ubicado donde ahora está la parroquia Castrense, acogió a multitud de viajeros antes de seguir hacia Santiago. Aunque el centro no persiste, sí lo hacen un cruceiro en esta ubicación y la portada de San Andrés, trasladada a O Parrote, bajo el jardín de San Carlos.
Si el hospital de San Andrés acogió numerosos a peregrinos, lo mismo hicieron los conventos de Santa Bárbaras, Santo Domingo y de San Francisco, este último del que hoy solo quedan algunas ruinas detrás del Museo Militar. Mejor suerte corrió la iglesia de San Francisco, que se mantuvo pero siendo trasladada a la avenida de Calvo Sotelo.
La hospitalidad que estos tres conventos ofrecían a aquellos que llegaban a la ciudad para emprender viaje por tierra a Santiago, provocó que la calle que lleva este mismo nombre fuese una de las primeras vías que tomasen después de reponer fuerzas. Precisamente, por esta razón tomó luego este nombre.
Junto con la iglesia de Santiago, la de San Nicolás también sirvió como punto de recepción de peregrinos y la Colegiata de Santa María era un lugar de visita obligada para ellos por motivos religiosos. Mientras, otros iniciaban su camino hacia Santiago en Riego de Agua porque allí, donde ahora está el teatro Rosalía de Castro estaba la hoy desaparecida iglesia de San Jorge, patrón quien era el patrón de Inglaterra. Desde aquí, el Camino Inglés transcurre por la calle Real, Cantón Grande, Cantón Pequeño, Linares Rivas. Ahora, el Camino Inglés dirige a los peregrinos por Fernández Latorre y Pérez Ardá, pero originariamente se dirigían por Caballeros hasta la avenida de Monelos y subían por Eirís para continuar hasta Pedralonga y de ahí, a O Portazgo.
Para Manuel F. Rodríguez “todos estes puntos eran de imprescindible visita porque estaban vinculados á peregrinación histórica” ya fuese para darles un lugar en el que dormir y descansar como un espacio para la oración antes de emprender el camino terrestre.

Mejoras
En la actualidad, tanto aquel peregrino que realiza el Camino Inglés desde la ciudad como ciudadanos o turistas que están de visita, pueden conocer la mayoría de estos puntos ya que cuentan con señalizaciones propias del Camino de Santiago. Delante de algunos de estos lugares mencionados, en paredes de edificios de las calles por las que pasa el camino y nuevas señales verticales sirven para que el peregrino tenga todas las facilidades y la información que necesita a la hora de dirigirse a Santiago desde la ciudad. Actualmente, los peregrinos cuentan con tres puntos en los que poder sellar su credencial en A Coruña. Estos son las oficinas de turismo que hay en la plaza de María Pita y en las inmediaciones de la Torre de Hércules, y frente a la iglesia de Santiago, en la travesía de Tabernas.
En los últimos años también se contribuyó a la potenciación del Camino Inglés gracias a la iniciativa “Navega o Camiño”, primera ruta jacobea de navegación a vela y que gracias a la asociación North Marinas, que agrupa los puertos náuticos de Galicia, Pais Vasco, Cantabria y Asturias.
Para obtener la compostela, los que opten por esta variante deberán completar al menos 100 millas náuticas y posteriormente hacer al menos diez kilómetros a pie hasta llegar a Santiago. A Coruña, de nuevo, será el principal puerto en el que recalarán los navegantes. l

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