El temporal castiga a tres de los edificios más emblemáticos y antiguos de la ciudad

El temporal castiga a tres de los edificios más emblemáticos y antiguos de la ciudad
el agua se filtró por el tejado del real consulado del mar, que acoge la academia de bellas artes pedro puig

El temporal dejó ayer en A Coruña numerosas huellas de su paso. Aunque la ciudad se libró de lo peor, las precipitaciones fueron abundantes, y los pluviómetros de las estaciones meteorológicas llegaron a recoger hasta 25 litros por metro cuadrado. No mucho en comparación con otras poblaciones de la costa, en la que se llegó a los 50 litros, pero sí lo suficiente para provocar varios desperfectos, algunos en inmuebles tan emblemáticos como la Fábrica de Tabacos y el Real Consulado del Mar. En total, fueron tres los lugares donde se requirió a los bomberos para labores de achique, a lo que hay que sumar dos caídas de cascotes.

La primera de estas se localizó pasadas las diez de la mañana en el colegio Eusebio da Guarda. De la cornisa se habían desprendido varios fragmentos de cemento que habían caído a la calle, así que fue necesario que la Policía Local acotara la zona y cortara uno de los carriles del Paseo Marítimo para que los bomberos pudieron actuar. Emplearon una autoescalera pasara subir a la altura de un tercer piso, donde sanearon la fachada. Poco después, el brazo mecánico volvió a desplegarse, esta vez para elevar al técnico de Ruinas del Ayuntamiento, que comprobó que el estado del tejado, que se había instalado hace siete años, era nuevo. También hubo que retirar cascotes en la avenida de General Sanjurjo, en el quinto piso del número 72, cuya fachada había sufrido también las consecuencias del mal tiempo.

En cuanto a la Fábrica de Tabacos, los bomberos descubrieron en su interior que una fosa abierta por los obreros como parte de las reformas de su conversión en sede judicial se había convertido en una piscina por el agua de la lluvia que se había acumulado en su interior. Tuvieron que usar bombas de achique para expulsar el líquido. Mientras que en Real Consulado del Mar, el edificio de Panaderas sede de la Academia de Bellas Artes, el problema eran unos canalones atascados. El agua acumulado había acabado filtrándose al primer piso, y los bomberos tuvieron que subir al tejado para despejar las obstrucciones.

 

fuertes vientos

En cuanto al viento, que llegó a alcanzar los 65 kilómetros por hora en algunos momentos, también causó problemas. En la calle de San Sebastián, los bomberos tuvieron que acceder a la azotea de un inmueble de diez pisos para retirar una antena de telefonía que había quedado colgado de los enganches de su base y, poco después, a las seis de la tarde, se desplazaron a Joaquín Planells para auxiliar a unos jóvenes. Esto sujetaban como podía un ventanal de su vivienda que amenazaba con caer a al calle en cualquier momento tras salirse de quicio. Sin embargo, las fuertes rachas no llegaron a provocar daños en las zonas verdes, que la Concejalía de Medio Ambiente trató de prevenir ordenando su cierre al público mientras durara el personal. n

El temporal castiga a tres de los edificios más emblemáticos y antiguos de la ciudad

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