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jueves | 25 abril | 2024
Los niños suelen ser los principales protagonistas de las celebraciones del Carnaval, pero también los más susceptibles a los riesgos que pueden entrañar algunos productos propios de estas fechas. Por ello, el Instituto Galego de Consumo ha iniciado un año más una campaña específica de información y control destinada a garantizar la seguridad en las compras de disfraces, pelucas o máscaras. Para ello, se incrementan las inspecciones en establecimientos que se dedican a la venta de este tipo de productos y además se intensifican los controles en el laboratorio que la Xunta tiene en A Grela.
En 2012 se detectaron 39 artículos con riesgo y se retiraron más de 4.500 productos
En estas instalaciones se realizan pruebas a decenas de productos que pueden constituir un riesgo para los niños, especialmente los menores de siete años. El año pasado se hicieron tests a más de medio centenar de muestras (51 en total) de las cuales, 39 no solo no cumplían los requisitos de seguridad, sino que entrañaban un “grave riesgo” para los usuarios. “En Galicia se retiran uno de cada cuatro productos peligrosos detectados en España”, explicó la gerente del Instituto Galego de Consumo, María Jesús Muñoz, quien matizó no obstante, que no se debe a que en la comunidad se vendan más productos de riesgo, sino que se efectúan más controles. “Contamos con el único laboratorio acreditado para el análisis de juguetes y productos textiles”, destacó Muñoz.
Además de las pruebas que se realizan en Galicia, los inspectores trabajan con una red de alertas que da cuenta de los artículos peligrosos detectados en toda España. En 2012, la Xunta retiró 4.527 unidades de disfraces, máscaras y pelucas como resultado de las alertas recibidas a nivel nacional.
evitar sustos en carnaval
Al estar considerados como juguetes, los disfraces deben cumplir unos requisitos muy estrictos. La directora del Laboratorio de Consumo, Natalia Crespo, enumeró algunos de los efectos que entrañan mayor riesgo, como los cordones, los tejidos inflamables, los maquillajes tóxicos, las máscaras sin orificios adecuados e incluso, los propios embalajes de las vestimentas.
“De los 39 productos de riesgo que se detectaron el año pasado, 33 estaban relacionados con los cordones; que son muy peligrosos, sobre todo en la zona del cuello”, apuntó Crespo.
