Los conductores de Tranvías alertan del regreso de la doble fila a la ciudad

Los conductores de Tranvías alertan del regreso de la doble fila a la ciudad
Los conductores del autobús urbano aseguran que se ha relajado la disciplina vial en las últimas semanas y que el mal aparcamiento ha vuelto a la ciudad | quintana

Más de tres meses después de que el Ayuntamiento pusiera en marcha su nueva política de tolerancia cero contra el aparcamiento irregular, uno de los colectivos más importante en el ámbito de la movilidad, el del transporte colectivo, denuncia a que la situación ha regresado a la época anterior. El presidente del comité de empresa de Tranvías afirma que los chóferes tienen que sortear todavía vehículos aparcados en doble fila, especialmente en vías como Marqués de Figueroa, Capitán Juan Varela, ronda de Outeiro y Juan Flórez.  “Ya se acabó todo. Sigue todo igual, si te pasas por una de estas calles verás la doble fila”, mantiene Alberto Couselo.

Reconoce que los primeros meses se notó el celo de la Policía Local, reforzada además por las cámaras de la Vía Prioritaria Vigilada (VPV) en algunas de las principales vías: “Hubo un ‘bum’, una efervescencia en los primeros momentos pero creo que ahora está ‘superapagada’ otra vez. Todo vuelve a ser lo mismo”.

Consideran que la situación no se solucionará si no se ofrecen opciones para estacionar a los conductores

Ni siquiera la noticia de que se construirá próximamente un carril bus en la ronda de Outeiro anima al portavoz del colectivo, para el que se trata de un asunto recurrente a la que no hay que dar mucha importancia. “Pues venga, vamos, otra vez el carril bus. Es siempre lo mismo con todos los gobiernos locales”, dice en un tono que deja patente su hartazgo. Sobre todo, porque en un principio él tenía esperanzas de un verdadero cambio en la política de movilidad, que ahora considera que se ha frustrado. “Al final, dos días y luego la gente vuelve a lo de siempre”, sentencia.

Educación más que sanción

Para el portavoz de los chóferes de Tranvías, la Concejalía de Movilidad no ha cumplido con los requisitos necesarios para lograr un verdadero cambio en los hábitos de los conductores: “Cuando comenzó esto, ya dije que tenía que ser duradero en el tiempo, y para ser eficaz, más de educación que de sanción. Y sobre todo, ofrecer una opción donde aparcar”.

Según él, no es razonable limitarse a reforzar el cumplimiento de la normativa vial si no se cuenta al mismo tiempo con una serie de aparcamientos disuasorios en la periferia que permitan al público abandonar su vehículo privado para desplazarse en transporte público por la ciudad.

Hay que tener en cuenta que gran parte del tráfico que abarrota las calles coruñesas proviene del área metropolitana, por eso es tan importante construir aparcamientos disuasorios, en A Coruña o en los municipios limítrofes.

El plan sectorial de aparcamientos disuasorios de 2012  contemplaba once de estas infraestructuras rodeando la ciudad (con 4.000 plazas) pero solo se ha materializado el de Lonzas. Se inauguró en octubre de 2015, con un coste de 556.000 euros, con capacidad para 176 vehículos.

Movilidad sostenible

Los aparcamientos disuasorios atienden a la realidad. Sin importar su color político, todos los gobiernos locales han asumido el reto de una movilidad sostenible, basada en el transporte público y la bicicleta, y en poner barreras al coche peatonalizando calles y eliminando aparcamiento.

Pero el coruñés no renuncia a su coche, aunque se desplace de otra manera por la ciudad. El análisis que la Agencia de Ecología Urbana realizó para el Gobierno de Javier Losada (2007- 2011) ya indicaba que serían necesarias 6.000 plazas más de aparcamiento público. Y, desde entonces, el parque móvil coruñés no ha dejado de crecer, incluso durante lo peor de la crisis, hasta llegar a día de hoy a los 147.000. Y todos ellos necesitan estacionamiento.

Los conductores de Tranvías alertan del regreso de la doble fila a la ciudad

Te puede interesar