El comercio acusa la caída del consumo durante la primera quincena de rebajas

El comercio acusa la caída del consumo durante la primera quincena de rebajas
Algunas tiendas lucen grandes descuentos o han colgado el cartel de “terceras rebajas” patricia g. fraga

La primera quincena de rebajas cumpliendo el período reglado antaño no ha dejado satisfecho a nadie. Las cadenas han tenido que acelerar el ritmo de los descuentos a la baja, mientras que el pequeño comercio se resiente por la caída del consumo y la política de ofertas marcada por los grandes, que no entienden de temporadas ni de stock acumulado. Los establecimientos de proximidad aseguran que esta dinámica de constante rebaja ha hecho mucha mella y que la mayoría aguantan con dificultad.
Cuando las firmas grandes cuelgan los mayores descuentos y las “terceras rebajas” en la primera quincena de las mismas dan a entender que mucho no se está moviendo en las cajas registradoras y es necesario ofrecer un atractivo extra a los compradores. Con esta hipótesis sobre la mesa, las tiendas de proximidad lo han pasado peor en estos últimos quince días.
Aunque hace unos años que se liberalizó el período para reducir los precios, una gran parte de los empresarios particulares intenta mantener las fechas de siempre. En ese contexto, el resumen que hace el sector es bastante negativo. La presidenta de la Asociación Distrito Picasso, Belén Chaver, asegura que a pesar de ser una de las zonas más concurridas para hacer compras el resultado de estas dos semanas “ha sido un desastre”.
“Se ha notado un poco en el textil por el buen tiempo pero está parado a todos los niveles”, incide. De la misma opinión es la presidenta de la Federación Unión de Comercio Coruñesa (FUCC) y responsable de la agrupación de O Castrillón, Eirís y Monelos (Acocem), Mariló Fernández, que comenta que en todos los barrios se nota esa parálisis.
Desde la Asociación Agra-Barcelona su máximo responsable, José Manuel Castro, difiere y asegura que esta quincena “ha ido relativamente bien”. “No hubo grandes colas pero sí un picoteo diario que funcionó mejor por semana”, remarca. No obstante, no a todos los establecimientos del entorno les salen las cuentas. Como siempre, el resultado se mide de forma individual... y por barrios.

el tiempo y el stock
En este sentido, el tiempo muchas veces aliado, está provocando el efecto contrario pues la gente se marcha a las playas y desaparece de las calles. “Algo se va picando por las mañanas pero el resto del tiempo las tiendas están vacías”, cuenta Fernández.
En Distrito Picasso entienden que con la liberalización se “han cargado el sector”. Además, resulta difícil colocar a precio de coste o por debajo del mismo productos que aún no habían tenido su oportunidad de venderse a la tarifa normal por el mal tiempo como es el caso de los bañadores o las sandalias.
Chaver sostiene que “se han hecho las cosas muy mal porque nadie respeta un tiempo y no hay quien aguante tanto con rebajas”. La representante recuerda que los grandes tienen una fabricación al momento que respalda estas prácticas, mientras que los autónomos “compran a seis meses vista” y pasan prácticamente todo el año “saldando”.
Ante esta dinámica es muy difícil tener estabilidad. Por si fuera poco, la presidenta de Distrito Picasso se queja de la importación de modas como el Black Friday “que tiene sentido en Estados Unidos pero aquí no porque es antes de nuestra campaña fuerte”. Así entiende que sale perjudicado tanto el pequeño comercio, que “desaparece” o lo pasa mal, como los coruñeses, que están “desconcertados”.
“La tienda de calidad media-alta, la que distinguía las ciudades, va desapareciendo”, zanja Chaver.

El comercio acusa la caída del consumo durante la primera quincena de rebajas

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