Betanzos ultima los trámites para contratar las obras necesarias para completar la restauración del monasterio de Santa María de Donas. La intervención para rehabilitar el inmueble, situado en As Cascas, comenzaron en 2022 tras más de veinte años de discusiones sobre sus usos, desde un centro vecinal a un espacio social y cultural pasando por un albergue, solicitado a la Xunta por primera vez en 2003.
Ahora, según indican desde el Gobierno de María Barral, se están elaborando los pliegos para “a contratación da segunda etapa do proxecto” para después iniciar las actuaciones, ‘aparcadas’ hace meses tras la aparición de nuevos elementos arqueológicos “que obrigaron a modificar sustancialmente” la idea inicial y aplazar el acondicionamiento interior de la construcción, en la confluencia entre la avenida de Fraga Iribarne y la carretera autonómica AC-542.
Con la intención de acabar la restauración de este antiguo monasterio, el Ayuntamiento de Betanzos solicitó colaboración a la Xunta. En concreto, se acogerá “ao fondo de cooperación para actuacións de rehabilitación e conservación do patrimonio construído en concellos de menos de 50.000 habitantes, habilitado polo IGVS (Instituto Galego de Vivenda de Solo)”.
Esta operación implica un adelanto de algo más de 500.000 euros, que la institución municipal devolverá hasta 2032. Esta segunda intervención se centrará en el acondicionamiento interior y la urbanización exterior, que habrá de ser acorde a la importancia histórica y cultural del convento de As Cascas.
Desde que comenzaron las obras, esperadas durante decenios, se sucedieron las ‘sorpresas’ en As Cascas. “Case a cotío”, desde que ‘se visualizó’ para la ciudadanía al retirar la maleza y adecuar los accesos, hasta el hallazgo de distintos elementos, como explicaron entonces los arquitectos responsables de la actuación, José Manuel Vázquez y Carmen Calatayud.
Uno de los aspectos más destacados, pues los expertos consideran que “ten un peso específico moi grande”, estuvo en la recuperación integral de un arco que, de acuerdo con la información existente, daría acceso a las naves principales del convento desde ‘una especie de patio’, así como en la aparición de un acceso hallado a 2,80 metros y que todo apunta a que sigue hasta el río Mendo, en el margen contrario de la avenida Fraga Iribarne.
La rehabilitación de Santa María de Donas, una construcción única, la más antigua de la ciudad, de nueve siglos de historia y que aún conserva elementos originales, se marcó como uno de los retos para 2019, en el que se conmemoró el 800 aniversario del traslado desde Tiobre. Sin embargo, no empezaron hasta 2023 y están detenidas desde 2024.