Betanzos ha declarado desierta “a adxudicación do outorgamento de concesión” de los espacios de hostelería y restauración del mercado municipal de abastos, totalmente rehabilitado con cargo a los Next Generation.
El motivo es que no ha concurrido ninguna oferta para hacerse cargo de este ámbito de instalaciones que, de acuerdo con el expediente, son independientes de los cuatro mostradores del mercado tradicional, “que seguirá xestionando directamente o concello, como ata agora”, indicó en su visita a las obras terminadas la alcaldesa, María Barral.
Según los pliegos, el operador debería asegurar la actividad los siete días de la semana “sen prexuízo dos descansos dos distintos postos que se xestionarán de xeito independente sen que poidan estar todos pechados” y asumir el mantenimiento y seguridad de las instalaciones.
En la intervención se intentó combinar los antiguos usos, en los espacios que se emplazarán en el nivel inferior, con otros más orientados al turismo, con oferta de restauración, turismo, artesanía y cultura, en los superiores y de “xestión conxunta”, y con acceso por A Pescadería y O Azougue. También por Fernán Pérez de Andrade ‘O Bó’, a la que se abrió tras obtener la autorización de Patrimonio de la Xunta.
En la misma resolución se establece que “polo servizo promotor do contrato se estuden as circunstancias que concurriron na licitación e que causaron a ausencia de concurrencia e, se é o caso, se proceda á modificación das especificacións ou prezos que poideran incidir na ausencia de licitadores; para o inicio dun novo expediente de contratación” para el renovado mercado municipal de Betanzos.
La idea de los responsables municipales para estas instalaciones siempre ha sido la de convertirlas en un revulsivo para el casco histórico de la ciudad, en un atractivo para los vecinos y para los visitantes y para ello tratan de aplicar un “nuevo modelo de mercado”, más inclusivo, accesible y sostenible, tal y como se hizo en otras ciudades de tamaño similar en toda España.
Después de la reforma, el mercado cuenta con planta baja, primera y segunda, esta última destinada exclusivamente a restauración, con vistas a Santa María, San Francisco y hasta a la ría de Betanzos. La baja cuenta con puestos –cada uno con su almacén–, aseos públicos y vestuario para los trabajadores, mientras que en la primera, abierta a la baja, tiene el mismo número de espacios, de acuerdo con las indicaciones de los arquitectos del Estudio Sabín Blanco.