Por no tomar ejemplo del santo varón

cuentan los Evangelios que San José era un hombre humilde y muy discreto cuyo único pecadillo conocido fue dudar un poquitín de su señora esposa al saberla encinta. Por lo demás, ni una palabra más alta que otra, ni una borrachera, ni una queja de los vecinos ni nada de nada. Tan bien considerado era el hombre entre la población en general, que en A Coruña le dedicaron una calle. Hasta aquí todo bien. El problema empezó cuando a unos vecinos de la susodicha calle se les ocurrió montar un narcopiso. ¿Y qué fue lo que les perdió? Su falta de discreción, ni más ni menos. Tooodo el día gente de mala catadura entrando y saliendo del lugar; fumadores de chinos en la puerta de al lado, que no se molestaban ni en alejarse un par de calles; prisas en las idas y venidas… Que los vecinos se dieron cuenta de que allí pasaba algo raro, vaya, que no son tontos. Ya saben, si quieren montar un negocio ilegal, lo mejor es tomar ejemplo del santo varón y pasar desapercibidos. Discreción, señores y señoras. Ante todo, discreción.

Por no tomar ejemplo del santo varón

Te puede interesar