El ayuntamiento de Oza-Cesuras cambiará de nombre

La Xunta y la Real Academia Galega proponen modificar catorce denominaciones de municipios, entre las que está la del coruñés
El ayuntamiento de Oza-Cesuras cambiará de nombre

El ayuntamiento coruñés de Oza-Cesuras cambiará de nombre doce años después de ser bautizado tras la fusión municipal que unió Oza dos Ríos y Cesuras. Así lo han propuesto la Xunta y la Real Academia Galega que, tras analizar el nomenclátor gallego, han llegado a la conclusión de que se deben modificar un total de 2.532 denominaciones de municipios, parroquias y lugares, entre ellas, la de Oza-Cesuras.

 

Así lo anunció este viernes en el pleno de la Comisión de Toponimia el conselleiro de Cultura, Lingua e Xuventude, José López Campos, que destacó “a necesidade de actualizar este documento, un labor imprescindible para non perder a nosa riqueza toponímica, e que nos comprometemos a revisar cunha maior periodicidade”.

 

Tal y como explicó, se estudiaron 4.398 topónimos y el análisis pormenorizado les lleva ahora a dictaminar la modificación del nombre de catorce ayuntamientos, 183 parroquias y 2.335 lugares.

 

Entre los que cambiarían su denominación está Oza-Cesuras, que pasaría a llamarse Oza Cesuras, así, sin guion divisor.

 

Además, una vez que la decisión sea validada por el Consello da Xunta, también modificarían su nombre A Cañiza (que pasaría a ser A Caniza), Ribeira de Piquín (A Ribeira de Piquín), Alfoz (Alfoz de Castro de Ouro), Cangas do Morrazo (Cangas de Morrazo), Cerdedo-Cotobade (Cerdedo Cotobade), Mondariz-Balneario (Mondariz Balneario), Campo Lameiro (O Campo Lameiro), Castro Caldelas (O Castro de Caldelas), Porto do Son (O Porto do Son), Riós (O Riós) y A Pastoriza (Pastoriza).

 

Una vez completado este trabajo, López Campos aseguró el compromiso de la Xunta para iniciar los trámites para elaborar un documento con los nombres relaiconados con mares, océanos y costas de Galicia, “necesario pola gran vinculación da nosa terra e as nosas xentes co mar, e que cobra máis sentido aínda despois do traspaso á Comunidade da xestión do litoral”.

 

La labor realizada para analizar la toponimia gallega partió de la base de datos del Nomenclátor oficial desde 2003, cruzándolos con la base de datos toponímica de Instituto Nacional de Estadística, conocido como NomenINE, además de contar con las aportaciones de la sociedad, que ayudaron a georreferenciar la microtoponimia. 

 

Durante el proceso se analizaron cuestiones lingüísticas, como la ausencia del artículo en el nombre oficial, llegando a estudiar 4.398 topónimos, como geográficas y administrativas, referidas a problemas de localización o de categorización poblacional. El criterio se basó en la etimología, la documentación histórica, la tradición gráfica consolidada en los últimos dos siglos y el uso oral y escrito que hacen los vecinos. Además, se tuvo en cuenta el respeto por la forma dialectal de cada lugar y se trató de enmendar los errores detectados en el Nomenclátor de 2003, fundamentalmente relacionados con el uso de artículos.

El ayuntamiento de Oza-Cesuras cambiará de nombre

Te puede interesar