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viernes | 19 abril | 2024
La reforma de la ciudad avanza inexorablemente y con ella, un modelo de movilidad que favorece al peatón y a la bicicleta por encima del vehículo privado, lo que significa aceras más anchas y menos plazas de aparcamiento. Ayer, la alcaldesa, Inés Rey, anunció que se había aprobado en Junta de Gobierno local el proyecto de urbanización de la calle de Fernández Latorre, entre la plaza de Cuatro Caminos y la glorieta de Ramón y Cajal. Son 30 plazas de aparcamiento a las que hay que añadir las de Benito Blanco Rajoy, que desaparecerán con la segunda fase de la peatonalización de Alcalde Marchesi. En total, de las 73 plazas de aparcamiento, se salvarán 19.
En realidad, como la propia alcaldes señaló, se eliminan más “plazas” puesto que uno de los objetivos de la reforma es eliminar la doble fila que es habitual en Fernández Latorre. Con ese fin, la circulación se reducirá a un solo carril. “É casi estructural”, añadió. El espacio se destinará a carril bici y a aceras accesibles, además de mobiliario urbano y árboles.
La obra estará completada en siete meses a un coste de 724.000 euros y forma parte de la renovación y humanización del entorno de Cuatro Caminos, donde se está finalizando la peatonalización de Alcalde Marchesi y la calle Primavera. Pero también se adjudicó el proyecto de humanización entre Ramón y Cajal y la calle Pose, y el de Río Monelos hasta el viaducto que pasa por la avenida de Oza, como parte del proyecto de la ronda peatonal que cruzará la ciudad del este a oste, desde A Gaiteira a la calle Barcelona. Este otro proyecto va financiado con proyectos Next Generation (863.000 euros) y tiene un plazo de ejecución de cinco meses, así que la ruta peatonal quedará finalizada a comienzos de 20203.
Eso no quiere decir que los vehículos no puedan circular por Alcalde Marchesi, que será de uso mixto: tendrá una calzada con zona de carga y descarga y márgenes ajardinados a ambos lados, así como mobiliario urbano.
En el acceso de Ramón y Cajal se elevará la calzada para evitar el exceso de velocidad de los vehículos, mientras que en la calle Río Monelos irá en plataforma única, con zonas verdes y mobiliario urbano. Entre Alcalde Marchesi y Río Monelos se pintará la calzada de azul para recordar el cauce fluvial que ahora está soterrado.
Hay que tener en cuenta que en la calle Río Monelos, solo en la parte entre el viaducto y Alcalde Marchesi, se agrupan unas veinte plazas de aparcamiento.
No está de más recordar que el mes pasado se anunciaron las obras en la plaza de José Toubes, en Cuatro Caminos, así como en la calle de Ramón Cabanillas. Estas reformas, que permitirán crear una zona deportiva con una pista para monopatines y una cancha de baloncesto y por otro lado, continuar la peatonalización de la calle de Os Mallos que se inició hace dos años y que también forma parte de esa ronda peatonal que cruza la ciudad de este a oeste.
Estas obras suponen eliminar casi ochenta plazas de aparcamiento: treinta en bajo el viaducto de Alfonso Molina y casi medio centenar en la calle de Ramón Cabanillas. Supone, desde luego, un problema para los conductores, que las echarán de menos pero, como dijo la alcaldesa, “mirar para atrás ni para coger impulso. Hay que encarar el futuro con optimismo, ilusión, alegría y esperanza”.
