Xacobe Fernández | “Una vez desbordado el problema de la salud mental es cuando se ve nuestro papel esencial”

Xacobe Fernández | “Una vez desbordado el problema de la salud mental es cuando se ve nuestro papel esencial”
Xacobe Fernández, coordinador del comité organizador, antes de una de las ponencias | javier Alborés

Tres días de ponencias, charlas o puestas en común de conocimiento son el resultado de año y medio de trabajo del que Xacobe Fernández (Santiago, 1986) se siente especialmente orgulloso. Psicólogo clínico en el Chuac, es el presidente del comité organizador del XXII Congreso Nacional y III Internacional de la Sociedad Española de Psicología Clínica-Anpir, que hoy echa el cierre en Palexco. 

 

¿Cuáles son las sensaciones a nivel organizativo?
Se puede hablar de un éxito total, con un llenazo y las salas repletas. El feedback que tenemos hasta ahora es muy positivo, con una inmensa cantidad de gente de fuera, tanto a nivel nacional como internacional. Estimamos que el 90 por ciento de los asistentes vienen de fuera de Galicia.

¿Cuál ha sido el proceso para llegar hasta aquí? 
Llevamos más de año y medio con el proceso y nuestra sensación es que deberíamos haber empezado incluso antes, debido a que hubo ponentes internacionales con su agenda cerrada con años de antelación. Necesitas contar con dos años vista, mínimo. La gente está muy contenta, por la sensación de participar en algo con dimensión histórica muy importante. Es el congreso más grande que hemos tenido hasta la fecha. Es un aprendizaje ameno y que abre los ojos.  

 

La salud mental se ha instalado, dirán ustedes que por fin, en la agenda política... 
Llevamos mucho tiempo hablando de ello y que ahora esté en la agenda de los políticos nos gusta, pero nos da la impresión que llega tarde. Son años advirtiendo de los problemas y la necesidad de prevención. Una vez se ha desbordado es cuando se ve nuestro papel esencial en la sociedad. Es una satisfacción que esté en primera línea, pero la sensación es agridulce. En este sentido, las dotaciones de personas suben, pero siguen siendo escasas y hay ciertos problemas que se intentan canalizar a través de la psicología, cuando son problemas más sociales. Si los políticos nos escuchan algo mejor, se puede arreglar. No solamente somos útiles en la consulta, sino en la explicación de la gestión.

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¿De qué forma hemos configurado una sociedad nociva para la salud mental?
Tenemos un estilo de vida donde la comunidad, que antes jugaba un papel relevante, ha desaparecido. Las identidades se han difuminado y hay ciertos imperativos capitalistas que la gente intenta obedecer cuando no es posible. Todo elevado al absoluto es imposible de conseguir: el éxito, la belleza.... las personas están siempre en una situación de carencia. Un fenómeno es el autodiagnóstico, donde las personas buscan entender su malestar e identificarse con etiquetas diagnósticas que asumen para sí mismos. Eso provoca que la gente se sienta más vulnerable y afectada.

 

Llama la atención que, de las 800 asistentes, la inmensa mayoría sean jóvenes... 
Tiene que ver con cómo somos como sociedad científica y con nuestro sistema de formación sanitaria especializada. Están aumentando las plazas PIR, la cantidad de psicólogos del sistema y tienen claro que hay que hacer una labor pública importante. Es un evento muy importante en su formación y la comprensión del sistema del que forman parte y también del que sentirse orgullosos.

 

Han reservado un espacio para el papel de los medios de comunicación...
Es un muy importante, porque la salud mental es delicada y creemos muchísimo en el papel de la palabra. Somos consciente del poder de un buen y un mal mensaje. Vemos en los medios temas tratados de forma simplista y la sensación es que algo que busca dar a conocer algo con la mejor intención puede llegar a producir malestar. Al mismo tiempo, los periodistas buscáis en nosotros un tipo de información que saben que va a funcionar en la gente. Y es algo que nosotros no sabemos dar. Saber comunicar es una virtud que tiene que ponerse en valor. Necesitamos de ese saber para poder transmitir el mensaje corecto. 

 

¿Cómo ha cambiado todo en estas 22 ediciones?
Se necesita de la gente con más experiencia para aprender y muchos éramos bebés en este ámbito. Era un grupo de personas que se reunía para hacer un pequeño evento en forma de encuentro y grupo de amigos. Esto ha ido creciendo de forma exponencial y el año pasado nos impactó cuánto habíamos crecido, nos cogió incluso con el pie cambiado.

 

¿Alguna ponencia a la que le tuviera especiales ganas?
La de Lucy Johnstone nos presenta un modelo alternativo al diagnóstico tradicional. También la de Antonio Reigosa, en la que vemos los fenómenos a los que estamos acostumbrados con nuestra jerga, cómo se enfocaron en el pasado y cómo se curaban de forma tradicional en la comunidad.

 

¿Por qué se han decidido por A Coruña y Palexco?
Porque es Galicia y porque siempre aquí siempre se tuvo una relación tirante entre los movimientos propios y los estatales. Siempre tuvimos un espíritu militante y reivindicativo que se veía con otros ojos y con otras estrategias en España. Eso hizo una brecha que se ha ido reconociendo. Nos hemos unido de forma natural. Además, en pocos lugares podríamos meter más gente y con semejantes vistas.

 

¿Cuáles son los valores añadidos para la ciudad?
Había ganas de venir y acudir a nivel hostelería, hotelería, ocio o museos. La gente está deseando disfrutar A Coruña y hemos tenido que visibilizar la oferta de la ciudad, era algo que nos pedía el cuerpo. Se quería aprender, pero también disfrutar. 
 

Xacobe Fernández | “Una vez desbordado el problema de la salud mental es cuando se ve nuestro papel esencial”

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