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viernes | 19 abril | 2024
Después de todas las buenas palabras que escucharon los vecinos de O Castrillón en la mesa redonda para resolver el “Qué pasa con el complejo deportivo”, en la convocante asociación vecinal queda un poso de satisfacción, pero también de recelo y desconfianza. Por un lado, consiguió acercar al barrio lo que podría ser un debate plenario y por primera vez hay un compromiso de fecha: El 27 de diciembre. Por otro, la decepción fue notable y notoria desde las primeras reacciones in situ, tanto por el modelo de gestión indirecta apuntado por el portavoz del Gobierno municipal, José Manuel Lage, como por la configuración de una piscina que ha condicionado el resto de la obra.
Para Ramiro Soto, encargado de convocar el debate, el éxito de afluencia por parte de todos los actores es un gran paso al frente. “Queremos agradecer la disponibilidad de los grupos municipales y la participación de los vecinos”, asegura. En ese sentido, consiguió un pleno, en el más estricto sentido de la palabra: Acudieron todos los partidos representados en María Pita y el centro cívico se quedó pequeño, con más de 100 asistentes. .Respecto a los compromisos adquiridos advierte: “Haremos un seguimiento de todas fechas que se pusieron en marcha. Pedimos responsabilidad a los grupos políticos. Coincide con la víspera de día de broma, pero no creemos que vinieran a mentir delante de cien vecinos”.
Sobre las cosas que ya son difíciles o imposibles de cambiar se encargaron de opinar los vecinos nada más anunciar Lage cómo iba a ser su pabellón. Las protestas se centraron en la gestión indirecta con Emvsa de por medio y San Diego como temido referente y antecedente. Sin embargo, la piscina que tendrán los vecinos de O Castrillón no se acerca ni por asomo al complejo de Os Castros. Únicamente serán 25 metros de vaso. “Uno de los problemas tiene ninguna solución, entre otras cosas porque el bajo que ya se modificó está hecho sobre la estructura de esa piscina”, lamenta. “Nosotros seguimos manteniendo que la gestión debe ser pública directa, porque entendemos que es una seguridad de servicio a los usuarios; pagamos impuestos como cualquier otro”, agrega sobre la gran preocupación vecinal.
Por su parte, Inés Rey insistió en lo público. “Será este Gobierno el que abra una instalación pública y después de tantos años escuchando promesas. Se abre ahora, antes de que acabe 2022”, dijo.
