La terminal de Repsol en Langosteira cumple un año de descargas de crudo

Hace 365 días la ciudad quedó liberada del tráfico de petróleo con el pantalán, que ha recibido a 50 buques
La terminal de Repsol en Langosteira cumple un año de descargas de crudo
Terminal de Repsol en punta Langosteira | Patricia G. Fraga

Este 3 de marzo se cumple un año de una fecha histórica en A Coruña. Hace justo 365 días entró en funcionamiento la terminal de Repsol en el Puerto Exterior de punta Langosteira, lo que permitió liberar a la ciudad del tráfico de petróleo. La llegada del buque noruego ‘Front Ocelot’ fue el encargado de dar inicio a esta nueva era, estrenando la nueva terminal con una descarga de 16.175 toneladas de crudo. 


En estos doce meses, el pantalán ha recibido a cincuenta buques y ha permitido operar tres millones de toneladas de crudo, según los datos facilitados por Repsol. Tras el cumplimiento al acuerdo suscrito con la Autoridad Portuaria para el traslado de las operaciones de tráficos de sólidos y de crudo en Langosteira, Repsol trabaja en la segunda fase para completar el traslado del resto de tráficos al Puerto Exterior desde el puerto interior coruñés, donde la concesión finaliza en diciembre de 2027.


La nueva terminal que cumple ahora un año, de 520 metros cuadrados, puede atender petroleros de entre 190 y 290 metros de eslora en su lámina de agua de 52 kilómetros cuadrados. Para adaptarse a las fuertes mareas incluye una estructura de cuatro pisos de alto que la conecta con el petrolero, y noray automáticos, que se pueden controlar digitalmente. Se terminó en 2021, tras invertir 35 millones de euros: tiene tres instalaciones de seguridad, subestación eléctrica y sala de control, sistemas de brazos de descarga de crudo, contraincendios, atraque y pasarelas de acceso, así como líneas de transporte de producto. Desde el pantalán a las instalaciones de bombeo hay una conexión de líneas que recorren tres kilómetros sin salir del puerto. 

 

Inversión


A todo lo ya mencionado hay que sumar la inversión de 80 millones de euros que ha supuesto el producto que lleva el crudo hasta la refinería: tiene una longitud de 3,8 kilómetros, cuenta con once tuberías soterradas, dos de ellas destinadas al crudo, otro para el trasiego de aguas y el resto para transportar otras sustancias como biocombustibles. 


Además de permitir el traslado de operaciones desde el puerto interior de A Coruña, estas nuevas instalaciones logísticas en punta Langosteira serán necesarias en el futuro de transformación en polo multienergético descarbonizado, para la gestión de los nuevos productos y permitirán también dar soporte a nuevos tráficos de materias primas. Ayudando, de este modo, a la creación del ‘hub’ de energías renovables que supone el A Coruña Green Port, iniciativa impulsada por la Autoridad Portuaria que apoya Repsol. 

La terminal de Repsol en Langosteira cumple un año de descargas de crudo

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