Si se le preguntase a la Inteligencia Artificial por una versión infantil de Sid Vicious o Joe Strummer seguramente el resultado sería muy parecido a lo que desde hace meses se ha convertido en todo un fenómeno social en O Ventorrillo. De hecho, dándole una vuelta a la formulación, si el bajista (por decir algo) de los Sex Pistols o el frontman de The Clash estuvieran todavía vivos mostrarían un respeto reverencial por Lara López Cristino o Lara LaNuit, la niña que, con cinco años recién cumplidos, ha hecho del punk la banda sonora del barrio.
Y es que, en realidad, del ‘Anarchy in the UK’ de los Sex Pistols a la ‘Anarkía na ghardería’ que reza Lara en su ya archiconocido hit no hay tanta distancia. Solamente la diferencia entre la rebeldía adolescente y la infantil. “Xa temos idade para protestar, sei chorar, sei caghar, sei patexar”, empieza el tema. “Son un kamikaze de prescolar, cueiros caghados, cueiros ‘respetidados’: non quero chupete na escola, a teta de mamá é o que máis me mola. Non vexo a mamá, non vexo a papá, mexan por eles coa reforma laboral. Como me leven ao Ministerio, vanse enterar do que é mexar en serio”, advierte Lara en su tema. Finalmente, como todo punk que se precie, enumera sus armas: “Pompas molotov, frechas de cartulina, carriños á rúa, que a loita continua”.
Evidentemente, detrás de la artista precoz está la devoción de su padre por un tipo de música. Y es ahí donde entra en juego la figura de Hugo Cristino, orgulloso de hacia dónde ha derivado la afición de su hija. “Jugamos mucho a hacer obras de teatro, representar cuentos, marionetas y también a los conciertos”, reconoce. “Escogemos canciones de sus artistas favoritos, como Uxía Lambona e a Banda Molona, Pakolas, Paco Nogueiras, Brais das Hortas o Peter Punk: hacemos las entradas, se las vendemos a sus muñecos, pintamos el escenario y nos ponemos a sonar”, añade. A partir de ahí, el talento de Lara ha hecho que la artista infantil presente, cante, baile, interactúe con el ‘público’ y todo lo que un grande de la actuación tiene interiorizados. “Es un espectáculo verla”, asume su padre.
Son ya casi 20.000 las visualizaciones de ‘Anarkía na ghardería’, el primer gran hit de Lara LaNuit. Tanto el vídeo como la letra y la música evidencian una de las grandes influencias de su padre: el Xabarín Club. Ambientado en O Ventorrillo, el peso de la generación de los ahora ‘cuarentones’ rinda un claro homenaje. “Tiene mucho de ese espíritu con el que me crié”, asume Cristino. Pero los auténticos fans estaban en las aulas del CEIP María Barbeito, donde Lara incluso ha comenzado a escuchar peticiones. “Siempre lleva sus canciones al CEIP María Barbeito, donde su profesora estimula mucho la creatividad. A los compañeros les gustó mucho y nos empezaron a llegar mensajes de padres pidiéndonos la canción”, dice su padre. “Es una canción desenfadada y divertida, que trata sobre el derecho de los peques a recibir una educación activa, que no los trate como otro ladrillo en el muro. Todo contado desde la perspectiva de una niña pequeña”, finaliza.
Seguro que Gilmour y Waters nunca imaginarían que su creación más icónica para Pink Floyd tendría una lectura semejante en uno de los barrios más emblemáticos de A Coruña.