Rumbo al drama humanitario de la guerra para que A Coruña sea un refugio a la barbarie

Rumbo al drama humanitario de la guerra para que A Coruña sea un refugio a la barbarie
La expedición partió en la mañana de ayer desde el Parque de Bomberos de A Coruña | Javier Alborés

A las 9.30 de la mañana de ayer, ocho bomberos y cuatro policías locales de A Coruña, repartidos en cuatro vehículos cargados de ayuda humanitaria, partían de la ciudad herculina con destino a la frontera entre Polonia y Ucrania. Su objetivo es descargar en la zona todo el material que llevan y traer en su viaje de vuelta al mayor número de refugiados que puedan para que escapen de la guerra, que por razones de capacidad oscila en una cifra cercana a las treinta personas.


“Nuestra intención es parar lo menos posible para estar de vuelta cuanto antes, porque la gente lo necesita. Queremos estar el domingo en A Coruña”, explica Manuel Aceña, miembro de la Asociación Profesional de la Policía Local y parte de la expedición.


“En cada vehículo habrá tres conductores, y la idea es no parar prácticamente en ningún momento y dormir siempre en la carretera. Ahora estamos frescos y solo vamos nosotros, pero somos conscientes de que la vuelta será diferente porque vendremos con personas que vienen de pasarlo muy mal. Seguro que hay niños y personas mayores, y van a necesitar nuestras todas nuestras atenciones”, relata Aceña.


La intención del grupo, compuesto por personas de entre 39 y 55 años, era la de pasarse la primera de las noches, la de ayer, y esta madrugada, avanzando hacia su destino por territorio francés. José Rama, uno de los bomberos, coincide con Aceña en la intención de ser lo más rápidos posible. “La situación que se vive en esa zona es muy complicada”, afirma. Y Aceña lo corrobora: “Las personas a las que vamos a traer nos están esperando. Ya saben que vamos a recogerles, pero hay muchos elementos y situaciones que no controlamos. Ojalá lleguemos muy pronto”.


En lo que coinciden ambos es en agradecer la “enorme colaboración ciudadana”, ya que la ciudad “se ha volcado” con esta iniciativa. Hay asociaciones, como Aga-Ucrania, que se encargan de coordinar todo el operativo y del destino de los refugiados cuando lleguen a la ciudad. “Muchos compañeros más querían venir en este viaje a ayudar. Muchos no pudieron por temas familiares y al final vamos nosotros, pero cada uno aporta lo que puede y todo es importante”, señala Rama.


De hecho, no es la primera vez que los Bomberos de A Coruña llevan a cabo en este tipo de iniciativas. “Hay compañeros en la expedición que ya han estado en otros lugares haciendo labores de ayuda humanitaria, como en Etiopía o en Lesbos. Ahora, nos toca vivir esta situación y vamos a hacer todo lo que podamos”, afirma, consciente de que la situación es muy delicada.


El destino en el que van a descargar el material y recoger personas es Korczowa-Krakovets, y las personas que vendrán a Galicia proceden de la ciudad ucraniana de Truskavets, de la que huyen, a setenta kilómetros de la frontera polaca. Su nueve vida empezará muy pronto en A Coruña.

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