Residentes de la zona denuncian residuos en la ría de O Burgo un año después del fin del dragado

Fue en su día la mayor obra de descontaminación de la historia de España, según destacó el Gobierno
Residentes de la zona denuncian residuos en la ría de O Burgo un año después del fin del dragado
La marea baja, ayer por la mañana, revela los desperdicios que oculta el agua | Quintana

La ría es uno de los principales atractivos de A Coruña y su área, un gran espacio natural que hace poco más de un año que se ha regenerado gracias a una inversión millonaria que ha permitido devolver la salud a un ecosistema muy degradado. Sin embargo, esto no se ha traducido en una mayor concienciación por parte de los ciudadanos. Los vecinos de la zona denuncian que los transeúntes siguen utilizando la ría como basurero: cada vez que baja la marea aparecen toda clase de objetos, desde botellas a latas vacías e incluso televisores.

 

 


583.000 TONELADAS
de lodo tóxico se retiraron del lecho de  la ría durante un año, una obra millonaria


Residentes del lugar critican que el problema se ha agravado estos días pasados, con las fiestas de O Burgo, que se celebran precisamente en el paseo fluvial, que se llena de gente bebiendo y celebrando y algunos acaban arrojando al agua los recipientes cuando acaban el alcohol. En el lado de Culleredo, se aprecian acumulaciones de basura, que no se limpian, sino que son arrastradas por la marea o acaban enterradas en el limo, el mismo que hasta hace un par de años estaba lleno de metales pesados y se consideraba altamente tóxico.

 

Los restos de las fiestas son bien visibles  Quintana
Los restos de las fiestas son bien visibles | Quintana


Por el contrario, en el lado coruñés, los pescadores se han acostumbrado a acudir a la orilla que antes ocupaba el poblado de A Pasaxe y sentarse en los bloques de hormigón que Demarcación de Costas dispuso para obstaculizar el paso, y que ahora sirven de cómodos bancos o mesas donde vaciar cerveza tras cerveza. Aunque la explanada que antaño ocupó el poblado chabolista está totalmente despejada y cubierta de hierba, el litoral no se saneó a fondo, y todavía es posible ver viejos restos del asentamiento a los que se suman ahora los nuevos que dejan los transeúntes.

 

 

 


“Es una pena que se pongan en peligro los grandes esfuerzos de regeneración realizados recientemente”, opina una residente de la zona, que apunta a que “es importante difundir la información y generar conciencia ciudadana. No solo tiene consecuencias ambientales, sino también sanitarias”. Porque la obra que se realizó en la ría fue el mayor proyecto de descontaminación integral de una franja costera que haya abordado jamás el Gobierno de España hasta la fecha.  

 

Una retirada de dos mil kilos de basura de la dársena

Además, de la ría, el mar, por lo menos la parte que entra en contacto diario con los coruñeses, también tiene que tragar mucha basura. El Festival Mar de Mares celebra una limpieza anual de fondos marinos y sus buzos siempre sacan a la luz cientos y cientos de kilos de desechos. En junio volvieron a hacerlo y retiraron casi dos toneladas de basura que reposan en el fondo de la dársena deportiva, junto al Club Náutico. Además de los habituales neumáticos, los buzos llevaron a tierra papeleras, vallas de obra, muchas botellas vacías e incluso un patinete, algo habitual en una zona de tanto tránsito como es La Marina. En anteriores años se había realizado la limpieza en el puerto, en O Parrote, en el Castillo de San Antón y alrededor de la Torre de Control Marítimo, con el mismo resultado.


Lodo tóxico y vertidos


A finales de abril del año pasado, se dieron por finalizadas las obras de dragado después de más de un año de trabajos en los que las máquinas retiraron miles de toneladas de lodo tóxico. Pero ni siquiera entonces, recién acabado el saneamiento, la condición de la ría de O Burgo era la ideal. Poco después de que se concluyeran los trabajos que habían costado 37 millones de euros, Augas de Galicia matizaba que cuatro de ellos estaban autorizados, mientras que otro no contaba con autorización se archivó el expediente por desinterés del solicitante.

 

 

 

 

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Beber a la orilla de la ría se convierte en un pasatiempo | Quintana


En los últimos años se han llegado a localizar setenta puntos de vertidos y se han cerrado muchos, pero siguen permaneciendo unos pocos. Hay que tener en cuenta que el hecho de que no estén autorizados no significa que sean especialmente contaminantes. Simplemente, es un estatus administrativo. En realidad, no existe ninguna ría gallega que se encuentre libre de vertidos, sobre todo aquellas como la de O Burgo, que se encuentra en medio de una zona fuertemente urbanizada. Aunque algunas, como Cedeira o Corme-Laxe, solo sufren un único foco de contaminación y nunca han tenido que ser dragadas por completo. 

Residentes de la zona denuncian residuos en la ría de O Burgo un año después del fin del dragado

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