Reportaje | Robos fallidos y huidas por los pelos: la historia del crimen imperfecto que vivió A Coruña

Reportaje | Robos fallidos y huidas por los pelos: la historia del crimen imperfecto que vivió A Coruña
Uno de los coches robados por los delincuentes

Los tres delincuentes procedentes de Madrid detenidos la semana pasada en Lugo después de un intento de atraco en la joyería de El Corte Inglés afrontan un delito de desobediencia grave a agentes de la Autoridad y  dos delitos de robo con intimidación y violencia, uno de ellos en grado de tentativa y otro de robo con intimidación de vehículo, sin contar otras sustracciones de vehículos en Madrid.  Es el prosaico resumen policial de un enredo lleno de improvisaciones y de huidas por los pelos que ha llevado a esos tre sujetos, delincuentes habitaules en la cpaital, de cabeza a la cárcel.


La Policía no aclara cómo y por qué los tres sujetos decidieron abandonar Madrid, su zona habitual, para venir a la ciudad herculina o cómo decidieron llevar a cabo algo tan complicado como robar una joyería sin apenas preparación. Sí se sabe que a las diez de la noche del martes, en plena alerta roja, se aproximaron encapuchados a la puerta de Ramón y Cajal de El Corte Inglés. El auxiliar de chaqueta roja que guardaba la puerta no pudo hacer nada para impedir que le rociaran la cara con un sprai de pimienta, pero si consiguió impedirles el paso. Inmediatamente acudieron en su ayuda guardias de seguridad, así que uno de los ladrones empleó un extintor para generar una pantalla de nieve y se dieron a la fuga, no sin antes pegar al auxiliar un fuerte golpe en la cara. 

 

Se dieron a la fuga en sentido contrario por el túnel de Salgado Torres en un coche robado, lo que dificultaba su identificación. Todo podía haber acabado allí pero las autoridades les localizaron cuando una mujer alertó de que creía que le seguía un vehículo sin luces por la AC12. La Guardia civil de Tráfico le dieron el alto y los atracadores aceleraron, circulando en dirección contraria e incluso sobre las aceras, hasta quedar atascados en una zona estrecha. Detuvieron a uno, pero los otros dos huyeron. 


En Lugo  

Poco después, se supo que había robado otro vehículo en Oleiros, amenazando a su dueño para que les entregara las llaves. Con ese coche llegaron hasta Lugo. En un principio, estaban regresando a Madrid, y habían hecho un alto en la hamburguesería de un centro comercial para reponer fuerzas. Eran poco más de las once de la noche. Pero decidieron que no se irían de allí solo con una hamburguesa y atracaron el local, haciéndose con 150 euros. Después, otra alocada huida en la que fueron perseguidos por agentes de la Policía Nacional. Esta acabó de una manera igualmente abrupta, cuando se estrellaron en el kilómetro 473 de la autovía A-6 en sentido Madrid, a la altura de Baralla, y tuvieron que abandonar el vehículo. 
 

A pesar de estar heridos, huyeron a pie aprovechando la oscuridad y el mal tiempo (había alerta roja por temporal) y se les perdió la pista de nuevo. Llegaron a pie al centro del núcleo urbano de Baralla dispuestos a tomar algo para reponer fuerzas, entrar en calor y decidir qué hacer. Sin embargo, al dueño de un bar en el que entraron le parecieron sospechosos. Llamó a un conocido suyo guardia civil y este alertó a la central. Los agentes del Instituto Armado acudieron y comprobaron que uno llevaba la documentación de otra persona y su compañero iba indocumentado. Además, estaban visiblemente heridos por el accidente, así qeu fueron arrestados. En el cuartel más cercano fueron identificados y detenidos, poniendo así fin a lo que fue una jornada intensa, aunque poco provechosa. 

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