Reportaje | Recordar antes de empezar el camino de la vida en A Coruña

Reportaje | Recordar antes de empezar el camino de la vida en A Coruña
Mayores y pequeños posan juntos en la EIM Luis Seoane | Mónica Arcay

Lo que la profesora Gemma Vediñas concibió como un proyecto para su TFG (Trabajo de Fin de Grado) acabó por convertirse en una experiencia tan potente y emotiva que al término de una nueva prueba las lágrimas derramadas eran directamente proporcionales al éxito de la sesión. ‘Recuérdame’, una iniciativa que tiene por objeto generar vínculos afectivos entre las edades más tempranas del sistema educativo y nuestros mayores, resultó todo un éxito en el encuentro realizado ayer en la Escuela Infantil Municipal Luis Seoane, a la que acudieron una decena de participantes procedentes de la residencia de mayores Torrente Ballester. 


Definido como ‘proyecto intergeneracional’, Recuérdame se presentó así a los participantes: “Con este proyecto hemos querido ofrecer una serie de vivencias que fomenten y propicien el vínculo desarrollo afectivo y social entre diferentes generaciones”.


El protocolo de presentaciones incluyó una parte digital y otra analógica. Los pequeños remitieron un vídeo en el que exclamaban su nombre, mientras que en el libreto de presentación de los mayores éstos no pudieron resistirse a la tentación de tirar por el puño y letra de toda la vida y una pequeña historia personal. La fotografía fue insertada y encuadernada también a la antigua usanza. La fórmula elegida fue la de cuento, pero rápidamente el guión quedó en un segundo plano para dejar fluir el don de niños que muchos mantienen totalmente intacto.


Desatados 
En realidad el aula acabó por convertirse en un espacio de celebración, un gran aula de juegos, sonrisas y abrazos en el que todo sobre lo que había teorizado el trabajo de la profesora se cumplió. Una cosa es hablar sobre ello y otro es que las emociones fluyan con la inocencia de dos generaciones con tanto amor que ofrecer. Los que observaron desde fuera apenas pudieron contener la emoción, mientras los protagonistas solamente hacían lo que querían. Y en eso residen el éxito y la grandeza de maridar dos momentos vitales tan opuestos. 


Ni la experiencia de ayer fue la primera ni tampoco será la última, sino que más bien podría calificarse de toma de contacto. Establecido con éxito el vínculo entre la escuela infantil y la residencia de mayores, la intención de la dirección del centro Luis Seoane es que se convierta en un hábito a modo de actividad extraescolar de toda la vida, tal y como relata la directora, Felicidad Casás: “Queremos que cada quince días ese vínculo se repita”. Uno de los momentos más divertidos fue cuando una niña llamada Lola se encontró con una tocaya con la que la conexión surgió de forma rápida, permanente y eminentemente divertida.
Los participantes más pequeños tienen abuelos, mientras que muchos de los más veteranos presumen de nietos y bisnietos. Sin embargo, bajarle el ritmo a una sociedad acelerada y transmitir es otro de los objetivos que transmite la dirección del centro. “El objetivo más allá del vínculo pasa por reforzar la figura de las personas mayores, porque vamos tan rápido en la sociedad que estamos sumergidos en la tecnología y nos olvidamos de lo que la gente nos puede seguir aportando”, subraya Casás. 


Dentro de quince días tocará un nuevo reencuentro entre lo que ya ha germinado como un vínculo efectivo. l

Reportaje | Recordar antes de empezar el camino de la vida en A Coruña

Te puede interesar