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martes | 30 abril | 2024
Acostumbra la retranca gallega a decir que un problema enquistado o al que no se le ha dado solución “xa cheira”. Y nadie mejor que los vecinos de San Pedro de Visma para adherirse a esa máxima, debido al recurrente y pestilente problema al que parecen más acostumbrados que resignados: los camiones que se dirigen a la Edar (Estación Depuradora de Aguas Residuales) de Bens no son un paradigma de aislamiento y sufren pérdidas en su camino a la planta, muchas veces en pleno centro del barrio.
A pesar de que las labores de limpieza cada vez que hay una pérdida suelen realizarse en el acto, la composición de los lodos y su fuerte olor perduran mucho más allá de su eliminación de la calzada.
La situación se ha vuelto especialmente inaguantable hasta en tres ocasiones durante el último año, con pérdidas muy voluminosas y que se quedaron en el olfato de los vecinos mucho más tiempo del deseable. “Llueve sobre mojado con este tema y en ocasiones se trata de un olor pestilente y nauseabundo, que cuesta sacárselo de encima”, lamenta el presidente vecinal, José Ramón Calvete. “Podemos hablar de unos 1.000 camiones de lodos a lo largo de todo el año, así que sólo hay que imaginarse lo que pueden dejar en su camino”, añade acerca de una actividad que no por rutinaria se ha vuelto menos preocupante para la salubridad del barrio.
Lo más frustrante para los vecinos es que la alternativa está casi disponible, pero demasiado lejos en realidad. “Hace años que venimos pidiendo que el tramo de O Portiño con la playa de Bens se conecte por las vías que van al Puerto Exterior, pero falta un tramo por completar”, explica Calvete sobre la alternativa planteada a las autoridades.
Ese mismo planteamiento fue el que realizaron los residentes en una reunión con las concejalías de Medio Ambiente y Barrios, aunque en la lontananza sigue ese “cheiro” sin solución inminente. “Hay una infraesctructura hecha y el Ayuntamiento está de acuerdo en que esa es la solución, pero faltan los fondos necesarios y es imposible abarcarlos con el presupuesto municipal”, subrayan. “La única solución que nos han dado, de momento, es repartir el gasto con el resto de ayuntamientos del área metropolitana, que es muy difícil, o la posibilidad de gestionarlo a través de fondos Next Generation de la Unión Europea”, finalizan, con tono pesimista, los vecinos.
Así, mientras esperan el rescate de la Unión Europea en forma de ayuda económica, los vecinos de San Pedro de Visma parecen condenados a mantener la pinza en la nariz. Curiosamente, se trata de la zona llamada a convertirse en el nuevo gran barrio de la ciudad.
