Artbys Galería de Arte, ubicada en la calle San Andrés 122 bajo de A Coruña, acogió esta semana la inauguración de la muestra, una exposición que reúne el trabajo de los artistas Frank Elia (Cuba, 1990) y Ariansis Reyes (Cuba, 1991), dos voces destacadas del arte contemporáneo cubano. La muestra, que podrá visitarse hasta el 14 de junio, fue presentada en un evento privado con invitación, al que acudió una representación de la sociedad coruñesa con música en directo de Legends Acoustics, servicio de coctelería y catering a cargo de O Secreto, que ofrecieron un ambiente festivo y sensorial a la altura de la propuesta artística..
El recorrido expositivo incluye ocho obras de Frank Elia y cinco de Ariansis Reyes. El día de la inauguración fue un éxito rotundo, con la venta de dos obras de Frank Elia y una de Ariansis Reyes, confirmando el interés del público local por el arte cubano contemporáneo. "Creemos firmemente que esta exposición ha sido un éxito y marca el inicio de un proyecto que busca contribuir al crecimiento cultural en La Coruña, a través de nuestras carreras artísticas y del diálogo entre nuestras obras y el público", señaló Frank Elia durante la inauguración.
Ariansis Reyes ofrece una visión profundamente introspectiva en su obra. "Mi trabajo explora la introspección a través de un enfoque autorreferencial, pero pienso que cualquier persona puede sentirse identificada. Mi obra no solo es un acto de sanación personal, sino también una crítica a las normas sociales que imponen ideales de belleza y comportamiento, mostrando cómo estos afectan la identidad y el bienestar del ser. El arte, entonces, se convierte en una herramienta para la autocomprensión y un medio para desafiar las expectativas que limitan la libertad. Es un grito del alma exteriorizado con las manos y escuchado con los ojos", expresó la artista.
Por su parte, Frank Elia presenta una serie de retratos femeninos marcados por una pincelada densa y expresiva, en los que la flor cobra un papel protagonista como símbolo de identidad y fuerza. Sus modelos, coronadas por exuberantes arreglos florales, nos interpelan con miradas cargadas de magnetismo. En ellas, el artista conjuga lo humano y lo mitológico, lo delicado y lo potente, en un ejercicio pictórico que va más allá del retrato para tocar lo simbólico.