Que en A Coruña se viste bien es una de esas sentencias en forma de cumplido que acostumbran a utilizar los visitantes para definir una de las virtudes de la ciudad. Sacarle partido al gusto de los coruñeses por el buen vestir y ese algo innato en la manera de defender un outfit, que dirían los modernos, ha tenido mucho que ver con el auge de la ‘pasarela Someso’, una actividad benéfica organizada por Modelos Vecinos de Coruña en favor del Banco de Alimentos Rías Altas. Alrededor de un centenar de personas acudieron este año a la llamada y, aunque todavía falta por realizar el pesaje definitivo, todo parece indicar que se superará la tonelada de recaudación. Ni el calor, ni la jornada de playa ni el concierto de Trueno en el Coliseum pudieron con las ganas de ayudar de muchos.
Además del enfoque caritativo que desde hace más de una década tiene el evento también existe una parte de puesta en valor del comercio local. De hecho, las 70 modelos de entre 8 y 83 años lucieron diseños y creaciones de diseñadores coruñeses o del área metropolitana: Brooklyn by Yolanda, Pluma y Collar, Ricardo Rey, Amagro, Rancaño, Luna Lunera, Gassel o Inma Rodríguez cedieron su colección para una buena causa. Cada uno de los pases (algunas tiendas dividieron su presentación en varios turnos) estuvo acompañado de una explicación del comercio y la historia de su propietario. Primi realizó de conductora, mientras que Jack DJ puso el hilo musical durante más de dos horas
Tal y como adelantó El Ideal Gallego, el desfile estuvo amadrinado por Carmen Lomana, quien transmitió todo su apoyo a través de la responsable de organización, Alejandra González. Además, la música Nunzia Gianotta y la Miss Galicia Jacqueline Mallo también estuvieron junto a las 70 protagonistas. Especialmente emotivo fue el discurso de la modelo de Paiosaco, quien recordó que el único “freno a los sueños es uno mismo”.
Entre las múltiples anécdotas que dejaron las coreografías y presentaciones destacan la apertura a cargo de las más jóvenes (quienes por primera vez actuaron delante de público), o algunos guiños entre las modelos, como el intercambio de gafas y gestos con los que demostraron que los nervios ya habían dejado paso al disfrute. El momento cabaret llegó cuando una de ellas, vestida de novia, se levantó la falda para mostrar el liguero, al más puro estilo de comienzos del siglo XX. El gesto levantó un grito de sorpresa primero y el aplauso después por parte de los asistentes.
El objetivo de cara al próximo año ya está marcado: alcanzar las 100 modelos y que sea a nivel autonómico.