Os Mallos, uno de los barrios con más sentido de pertenencia y calado social de A Coruña, se encuentra ya en estado de fiesta. Y, para hacer oficial la declaración, tiró de la bendición de la alcaldesa, Inés Rey, quien hizo hoy una firme defensa de la ciudad como el conjunto de sus barrios. “A Coruña non se pode entender sen os seus barrios. E, máis concretamente, non se pode entender sen os seus barrios de xente traballadora”, subrayó, antes de tirar de hemeroteca, concretamente de un reportaje de El Ideal Gallego, para poner en valor la zona. “Non hai tanto, un periódico local, falando deste tecido de barrio, afirmaba que Os Mallos é ‘a zona de moda’ da Coruña. Non serei eu quen os corrixa”, confesó.
Lo cierto es que Rey acostumbra a volcarse en sus discursos de apertura, pero el de Os Mallos tuvo la particularidad de viajar hasta los orígenes mismos del entorno. “Este é un deses barrios cuxo nome non fai referencia a un accidente xeográfico, senón a unha ferramenta de traballo. Porque iso é un ‘mallo’, un instrumento agrícola de dúas pezas unidas por unha correa, que serve para golpear unha superficie. Esa é a orixe deste topónimo, Mallos, que tamén dá pé a un curioso verbo galego, mallar”, indicó antes de hacer referencia a la pluralidad de sus vecinos desde hace décadas. Unos vecinos que le regalaron una placa de la línea del autobús número 11.
Muy aclamada, Inés Rey tuvo como telonero al famoso DJ Pukas, un clásico del ocio nocturno que había provocado un estado bailongo en las terrazas de la calle Ángel Senra, justo frente a un escenario que cupo justo por milímetros, debido a lo ambicioso del show que traía la orquesta invitada, Saudade.