Las máquinas rehacen a toda prisa la duna de Riazor ante el peligro de los temporales

Las máquinas rehacen a toda prisa la duna de Riazor ante el peligro de los temporales
Las excavadoras trabajando en Riazor / Quintana

Fue una verdadera carrera la que se vivió ayer en la playa de Riazor, donde las excavadoras rehicieron a toda prisa la duna protectora que el temporal del día anterior había erosionado. Se había declarado la alerta naranja, y todo tenía que estar listo para recibir a la pleamar, prevista para las tres y media de la tarde. Cuando el oleaje hizo acto de presencia, todo estaba listo y, aunque las olas de cinco metros consiguieron sobrepasar el obstáculo, no invadieron el Paseo Marítimo. 
 

Pocas veces ha sido tan efímera esta defensa, puesto que la habían levantado la semana pasada. Sin embargo, después del temporal del domingo, apenas se podía percibir la duna, así que era necesario actuar: los expertos señalan que, cuando está tan erosionada, la duna pasa de ser una defensa contra el oleaje a un peligro, puesto que las olas suben como por una rampa hasta el Paseo Marítimo. 


Pero también los elementos ayudaron porque, aunque había una alerta amarilla por viento, el viento que soplaba tenía un viento es de componente sur-suroeste, y no norte, de manera que no ayudó a las olas a rebasar la duna. En el lado negativo, el viento obligó a cerrar las zonas arboladas de la ciudad, sobre todo las que albergan ejemplares grandes y pesados. De hecho, los expertos de la Concejalía de Medio Ambiente estaban especialmente preocupados porque, aunque las rachas no sobrepasaban los 50 kilómetros por hora, resultaban peligrosos para los ejemplares más envejecidos, aún muy cargados de hojas debido a las temperaturas inusualmente cálidas que se están viviendo este otoño. 
 

Una escala inesperada

Pero, sin duda, donde más se dejaba notar el temporal es en el mar. Ya desde primera hora de la mañana se estrellaron espectaculares olas contra el Paseo Marítimo en el tramo situado entre As Ánimas y la Torre de Salvamento Marítimo, más expuestos a los vientos dominantes, sin que se produjera ningún incidente digno de mención. Además, el puerto recibió ayer la visita de un crucero que no estaba prevista en el calendario de noviembre. Debido al temporal en mar, el ‘AIDAsol’ atracó en el muelle de Calvo Sotelo pasadas las 14.00 horas para refugiarse de la alerta naranja.
 

Se espera que el tiempo mejore durante el día de hoy, cuando llegará a Trasatlánticos el ‘Carnival Celebration’, el crucero más nuevo del mundo con montaña rusa en cubierta incluida, que hará escala inaugural en A Coruña. A las 17.00 horas abandonará la ciudad, mientras que el ‘AIDAsol’ lo hará una hora más tarde. 

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