Manu Chao y A Coruña recordaron cuánto se gustan en el adiós a las fiestas

Manu Chao y A Coruña recordaron cuánto se gustan en el adiós a las fiestas
Manu Chao puso la música en Santa Margarita | Patricia G. Fraga

El cuento festivo que entre el pasado día 1 de agosto y la noche de ayer escribieron A Coruña y su población llegó a su final. Lo hizo con un epílogo a cargo de Manu Chao, uno de esos hijos de la diáspora gallega que no dudó en dejar registrado en disco su amor por la ciudad, algo que manifiesta de forma tan recurrente que sus visitas tienen el éxito garantizado. 


El recital del parisino duró  unas dos horas, más de lo que tardó en vender los aproximadamente 3.000 tickets para acceder al recinto. Sin embargo, toda vez que si al campo no se le pueden poner puertas, al parque de Santa Margarita no se le puede insonorizar o tapiar. Así, fueron también cientos los que se agolparon en el entorno para experimentar un concierto clandestino, quizás en honor al tema acuñado por Chao. 

 

 

 


Lo que quedaba por delante es exactamente lo que uno se puede esperar desde los tiempos de Mano Negra: un ambiente festivo, una suerte de celebración y liberación de emociones positivas al ritmo de estribillos y consignas reivindicativas. No restó un ápice de fuerza el hecho de que la fórmula elegida fuese el acústico. ‘Mala Vida’ o ‘Bongo Bong’ provocaron una suerte de catarsis, elevada a la quinaesencia por ‘Me gustas tú’. 
Por otra parte, antes, en Novo Mesoiro, los más pequeños ya habían dicho adiós a las atracciones, a mitad de precio, y a cinco días de celebración. 
 

Manu Chao y A Coruña recordaron cuánto se gustan en el adiós a las fiestas

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