El escritor y catedrático de Literatura Comparada José María Paz Gago publicó recientemente el libro ‘La plástica narración. La obra pictórica de Víctor López-Rúa’ (Ézaro Ediciones), su primer libro de artista, pese a que sus orígenes parecían transitar por otros caminos. Y el libro llega con un pan debajo del brazo, ya que la editorial recibió hace unas semanas el premio Escriduende a mejor libro de artista.
Paz Gago explica que su intención era “crear un libro monográfico sobre su pintura, sobre su obra, y Ézaro fue la que hizo la propuesta de un libro de artista, una edición muy cuidada, toda la obra que analizo, unos cien cuadros, está reproducida”, apunta.
Destaca que el pintor coruñés tiene “algo que pocos pintores tienen, un gran dominio del dibujo”, señala y recuerda que “se decía que Dalí era el último clásico que tenía un gran dominio del dibujo y hacía surrealismo con una base muy realista”. Paz Gago subraya del artista coruñés sus toques especiales: los fondos realistas, los personajes figurativos, un toque expresionista y “un colorido yo diría casi impresionista”, enumera mientras señala la obra que decora la portada del libro.
“Soy profesor de Literatura Comparada y mi especialidad es comparar la literatura con las otras artes, he trabajado mucho la literatura y el cine, literatura y música... esta es la primera vez que me aproximo a la relación entre la literatura y la pintura, porque sus cuadros son verdaderas novelas negras, que es mi género preferido”, comenta entre risas. “Siempre hay un muerto, un cadáver, unos personajes misteriosos...”, asegura el escritor, haciendo referencia a títulos que considera irónicos como ‘Picnic’ o ‘Brunch’ que se pueden apreciar en el libro.
ara abordar esta relación entre pintura y literatura, el catedrático de Literatura Comparada utiliza la palabra ‘visualitura’. “Los folkloristas hablaban de la oralitura, para contar las historias utilizan la voz humana; después aparece el libro impreso y es la etapa de la literatura; a finales del XIX, cuando aparece el cine, para mí, es la ‘visualitura’, las historias se cuentan a través de imágenes; y yo añado una cuarta modalidad, la ‘virtualitura’, con realidad virtual y tecnologías virtuales”.
Aunque esa ‘visualitura’ haría referencia al cine, “por primera vez trato la pintura como ‘visualitura’, te cuenta una historia a través de una imagen, con un plano único”, indica.
La relación con López-Rúa es personal desde hace años, ya que llegó a escribirle un texto para una exposición en México hace varios años. Pero también tiene peculiaridades: “Como sabes, mi pasión es doña Emilia Pardo Bazán, pues hay una relación familiar ahí, un bisabuelo de Víctor era el notario de confianza de ella, de hecho, doña Emilia es Pardo Bazán y, después, De la Rúa, la madre era De la Rúa Figueroa”. “Ahí surge ya una relación, hay una complicidad a través de Emilia Pardo Bazán”, relata con una sonrisa.
Pese al premio y la buena acogida de la obra, Paz Gago asegura que, por el momento, no se plantea otro libro similar. “Para escribir un libro, tiene que inspirarme”, señala, antes de desvelar que está trabajando ya en una tercera novela. “Está en el taller ya una novela, que se llama ‘El agente de África’”, comenta el escritor.