La instalación de las cámaras en la Zona de Bajas Emisiones entra en su fase final

Son 47 los aparatos que se están acabando de instalar en estas semanas formando un doble anillo
La instalación de las cámaras en la Zona de Bajas Emisiones entra en su fase final
Un operario instala una cámara en la calle Caballeros, a la altura de su desvío desde Alfonso Molina | Quintana

Con el comienzo del año, la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) va tomando forma. En las últimas semanas, se ha podido ver cómo se instalan las cámaras que permitirían regular el acceso de los vehículos. Tal y como señaló la concejala de Movilidad, Nereida Canosa, están dispuestas en dos anillos. El primero en colocarse fue el de la ronda de Nelle y podían verse los sensores ya durante la Navidad a la altura de la calle Caballeros y la avenida de Arteixo, por ejemplo. Pero también se va a instalar un segundo anillo en la ronda de Outeiro. El proceso de instalación se completará este mes, siempre que no surja ningún inconveniente.


Por otro lado, no está claro cuándo se van a activar y cuánto tiempo pasarán en fase de pruebas. No hay que olvidar que la ZBE lleva más de un año en desarrollo. Actualmente solo abarca la Ciudad vieja y La Marina, donde se implantó hace un año porque el tráfico estaba ya restringido. Esta normativa europea obliga a las ciudades de más de 50.000 habitantes a controlar las emisiones contaminantes en su casco urbano, restringiendo el tráfico si es necesario. Ahora se extenderá hasta la ronda de Outeiro 
 

Sin embargo, el Ayuntamiento se ha esforzado en tratar de disipar todos los recelos de los conductores coruñeses. El mes pasado, Canosa, tranquilizó a los representantes vecinales que se reunieron hace semanas en el Centro Cívico de la Ciudad Vieja. Allí reveló que este doble anillo de cámaras controlará el acceso de los vehículos al centro. Son 47 sensores y tienen como objetivo controlar, entre otras cosas, qué vehículos pueden entrar en la ZBE, discriminándolas por la tarjeta ecológica que lleven. Esa es la teoría, pero Canosa asegura que no será así en A Coruña. “No tanto como objetivo de etiqueta que propone la Dirección General de Tráfico, sino controlar la circulación, el movimiento, ver la contaminación ambiental”. 
 

Hay que tener en cuenta que la ZBE incluye también nuevas estaciones de medición de partículas contaminantes, que se instalan en puntos del centro, como la plaza de Pontevedra o la de Tabacos. Sin embargo, rara vez en A Coruña se degrada la calidad del aire hasta niveles que obligarían a restringir el tráfico.
 

Sistema de etiquetas 

El problema es que seguir el sistema de etiquetas afectaría a los coruñeses que circulan con un coche antiguo, abriendo una brecha social en la movilidad. “El vehículo ecológico está genial, pero no estamos completamente de acuerdo con ese sistema de etiquetas”, señaló Canosa.
 

Tampoco hay que olvidar que el área metropolitana genera una gran parte del tráfico de la ciudad. Sin aparcamientos disuasorios, muchos buscan estacionar su coche en las calles. 

La instalación de las cámaras en la Zona de Bajas Emisiones entra en su fase final

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