La hostelería se ve incapaz de asumir el coste de mantener calientes las terrazas

La hostelería se ve incapaz de asumir el coste de mantener calientes las terrazas
Las terrazas presentaron ayer un aspecto muy diferente al de hace menos de un mes | Pedro Puig

Hace menos de un mes la situación y el estado de ánimo en la hostelería de la ciudad rozaban lo  idílico: terrazas llenas, la mayor facturación registrada en la historia y un ambiente festivo, contagiado de las primeras fiestas de María Pita libres de restricciones en tres años. Sin embargo, ya entonces, a la hora de mirar al futuro, los profesionales del sector advertían de unos nubarrones en el horizonte que han descargado pesimismo incluso antes de lo esperado. 
 

Y es que, con las primeras lluvias del otoño, la situación en A Coruña era ayer propia de un domingo de invierno: terrazas vacías o recogidas y un volumen de trabajo a años luz de lo vivido incluso durante la primera quincena de septiembre, cuando era fácil identificar a los turistas en unas calles a rebosar. Una de las voces que puede entonar eso de “ya lo decía yo” es Héctor Cañete, presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de A Coruña, que ve cómo el cuadro que pintó semanas atrás empieza dibujarse en el horizonte. “El problema en A Coruña no es la humedad, sino el viento, esa es la gran diferencia con el resto de las ciudades de Europa, donde ese frío no llega con tanto viento”, recuerda. 
 

La evolución y adaptación de las terrazas, que deja la mesa de plástico y la silla de playa en un recuerdo vintage, choca ahora con la factura de la luz. Si bien los calefactores consiguieron mantener en gran medida a los clientes en los exteriores, la nueva realidad hace poco menos que inviable o poco rentable la presencia de estufas para desafiar la meteorología. “Ya dijimos que con el nuevo sistema tarifario va a haber cierres y la viabilidad de una terraza se calcula en función de horas en las que se consumen. No es viable poner calefactores que consumen 1.500 o 2.000 vatios”, subraya Cañete.

 

Las terrazas de aparcamiento

No obstante, las terrazas hace tiempo que están en la agenda de los hosteleros de la ciudad, no solamente por la llegada del invierno. La regularización de las misma, con permiso especial durante la pandemia, tiene distintos enfoques, según se le pregunte a algunas asociaciones vecinales, al Ayuntamiento o al sector hostelero. Para el presidente de éstos son precisamente las terrazas de los aparcamientos las que mejor podrían capear el temporal, en los dos sentidos de la expresión. “Las terrazas de los aparcamientos permiten otra protección”, indica Cañete. “No son como en las aceras, que tienen una mampara pequeña. Los aparcamientos permiten una tarima, un cierre lateral, sombrillas protectoras, iluminación especial...”, prosigue. 
 

Es precisamente la regularización de esas terrazas de pandemia un frente en el horizonte municipal y en varias ocasiones la alcaldesa se ha referido a las conversaciones con el sector para intentar llegar a un acuerdo de cara a esa normalización.

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